Encuentro mundial en el Vaticano
Adultos mayores argentinos viajan para encontrarse con el papa Francisco
martes 23 de septiembre de 2014, 18:19h
Unos 70 adultos mayores de todo el país participarán el
domingo próximo de un encuentro mundial con el Papa Francisco en el Vaticano,
entre ellos dos mujeres de la porteña Villa 15 de Ciudad Oculta, invitadas
especialmente por Jorge Bergoglio.
"Le voy a pedir bendiciones para mi familia y el barrio
y por la salud de los mayores, para que sean mejor tratados", dijo a Télam
Celia, de 65 años, que desde hace 25 coordina un grupo en esa villa de
Mataderos.
La mujer, que es catequista y oriunda de Santiago del
Estero, contó que conoce a Bergoglio desde hace "muchos años, porque
siempre dio la confirmación en el barrio. Estoy nerviosa y contenta, no veo la
hora de irme. Es la primera vez que voy a viajar en avión".
Eulalia tiene 68 años, es paraguaya y contó que tuvo que ir
al médico para combatir los nervios que la invaden desde que se enteró del
viaje: "Creo que nos invitaron porque reconocen el trabajo que hacemos
desde hace años con los mayores. Allí hay muchas necesidades pero tratamos de
acompañarnos; entre todos dialogamos, cantamos, rezamos y merendamos",
dijo la mujer.
Como muchos en el barrio, Eulalia conoce a Francisco
personalmente "desde hace 50 años y es la primera vez que viajo a Europa a
verlo como Papa, estoy muy contenta y emocionada", apuntó.
El otro invitado del papa es Pedro, de 64 años, quien se
autoproclamó el "primer diácono villero de la Argentina".
"Me dijeron que las chicas iban y decidí escribirle una
carta al Papa, a quien conozco desde hace 30 años", contó el hombre, que
desde hace 10 es taxista y vive en la Villa 20 del barrio porteño de Lugano.
Pedro precisó que el secretario de Francisco le respondió
enseguida y que luego recibió otra carta escrita directamente por el sumo pontífice
en la que ratificaba la invitación: "Querido hermano, no te preocupes por
el dinero", decía.
"Así fue como me sumé al viaje, yo conozco mucho a
Jorge (Begoglio) porque fue él quien me ordenó. Estoy muy feliz y sorprendido,
nunca me imaginé nada de esto", dijo conmovido.
Los invitados fueron asistidos por el cura Damián Reynoso,
de la parroquia de Ciudad Oculta, quien pidió a Francisco que ayudara a las
mujeres con el viaje y luego las acompañó con los trámites de traslado y
obtención del pasaporte.
"Cuando se los dieron lo trajeron a misa para
bendecirlo", recordó Reynoso con orgullo.
Así como Juan Pablo II creó las ya tradicionales Jornadas
Mundiales de la Juventud, el papa Francisco decidió instituir este primer
encuentro internacional con adultos mayores, que en esta ocasión reunirá en la
plaza San Pedro a unas 40.000 personas de varias partes del mundo.
Durante la jornada, Francisco entregará a cada participante
una copia del evangelio de San Marcos firmado por él mismo e impreso en letras
grandes, para facilitar la lectura de aquellos que tienen problemas de visión.
El contingente que representará a la Argentina fue reunido
por la Conferencia Episcopal y viajará hacia Roma el jueves, acompañado por el
sacerdote Gustavo Antico.
"El papa Francisco quiere regalarles un momento de
mutua ternura y reconocimiento y transmitirles una bendición de larga vida como
dice el lema de la jornada", comentó Antico en diálogo con Télam.
El sacerdote apuntó que "nuestro país conoce bien del
aprecio y valoración del Papa por los jóvenes y ancianos. Reiteradas veces en
sus palabras y exhortaciones nos invita a cuidar sus vidas y a valorar su
sabiduría".
"Francisco habla reiteradamente de la cultura del
descarte y alerta sobre la profunda herida que se genera en un pueblo o
sociedad que no asume con amor a quienes son el futuro y también a aquellos que
conservan y saben comunicar la riqueza de la fe y la sabiduría, necesarias para
el desarrollo social y de la Iglesia", subrayó.
Entre los mayores que llegarán a Roma habrá algunos muy
especiales, como los dos ancianos prófugos del Kurdistán iraquí, que debieron
huir tras perderlo todo.
La jornada, que contará con la presentación del artista
Andrea Bocelli, incluirá un momento de diálogo con el Papa y concluirá con una
misa, que será presidida por Francisco y concelebrada por 100 ancianos
sacerdotes de varias partes del mundo.