Está en
la única iglesia católica de Gaza
El padre Hernández agradeció a la Argentina por la ayuda recibida en Gaza
viernes 01 de agosto de 2014, 17:31h
En una
de sus habituales "Crónicas", que el padre Jorge Hernández escribe
relatando la situación que se está viviendo, y fundamentalmente la suya, en una
parroquia -la única iglesia católica en Gaza- en la que protege a niños,
mujeres y un grupo de monjas de los constantes bombardeos israelíes sobre la
ciudad, el religioso se hizo lugar para agradecer la ayuda argentina.
A
continuación, su relato.
Crónica
IX
GAZA
31/07/2014
"Lo que
hicieres a uno de estos mis pequeños, a Mí me lo hicisteis"
Gritos
de desesperación, estruendos de bombas, aviones, ráfagas, procesiones por las
calles con los muertos, gente escapando, evacuando la zona, desorientados, sin
rumbo fijo... se han convertido en nuestro cotidiano pan de lágrimas.
El agua
escasea. Son ya cuatro días sin electricidad, luego de que las turbinas fueran
destruidas. Escasea la medicina en los hospitales.
En
estos últimos días los enfrentamientos han sido particularmente intensos, por
ambas partes, como también ha sido grande el impresionante número de víctimas
que a diario debemos lamentar en esta guerra.
Guerra
que, a juzgar por las declaraciones de los responsables, no parece tener un
final cercano, sino todo lo contrario.
Nosotros
estamos bien. No han bombardeado la parroquia, como apareció en algunos medios.
Por gracia de Dios seguimos adelante, tranquilos y serenos, haciendo lo que se
puede.
Aprovecho
este medio, para agradecer personalmente a la gente de la Representación
Argentina ante la Autoridad Palestina, de la Embajada Argentina en Israel y de
la Embajada Argentina ante la Santa Sede, por la cercanía y la total
disposición para cualquier ayuda o servicio que nos pudiera hacer falta. El
gobierno argentino está ayudando a la parroquia a través de Caritas Jerusalén.
En momentos como estos, estas actitudes son realmente valiosas.
Como
también agradezco a las miles de personas que, en todo el mundo, rezan para que
se detenga esta espantosa masacre. A todos, y cada uno de ellos, vaya nuestro
más sentido agradecimiento, con la esperanza cierta de que nuestro Señor
Jesucristo les recompensará según su infinita misericordia, pues es una obra
hecha a Él mismo: "lo que hicieres a uno de estos mis pequeños, a MÍ me lo
hicisteis".
In
Domino
P.
Jorge Hernández, IVE