Conflicto con los fondos buitres
Kicillof reiteró que el Gobierno está dispuesto a dialogar pero sin someterse a extorsiones
viernes 25 de julio de 2014, 16:06h
El ministro de Economía recordó que la "Argentina cumplió
con sus obligaciones y lo va a seguir haciendo". En tanto, la delegación
argentina y los representantes de los fondos buitre concluyeron su cuarto
encuentro después del mediodía.
El ministro de Economía, Axel Kicillof, afirmó que el
gobierno nacional seguirá "negociando" con los fondos buitre para
alcanzar un acuerdo que cierre el litigio iniciado en Nueva York, pero advirtió
que lo hará "sin extorsiones y en condiciones justas".
"Estamos dispuestos a dialogar y a llegar a soluciones,
pero no a aceptar extorsiones", señaló Kicillof al hablar ante los
representantes de los países de la Unión Suramericana de Naciones (Unasur)
reunidos en el Palacio San Martín donde participó de la Cuarta Reunión del
Consejo Suramericano de Economía y Finanzas y la Segunda Reunión del Consejo de
Ministros del bloque.
Allí destacó que "Argentina cumplió con sus
obligaciones y lo va a seguir haciendo", y subrayó que el país va a
"seguir negociando sin extorsiones y en condiciones justas".
El ministro denunció que con el fallo del juez federal de
Nueva York, Thomas Griesa -que impide que se efectivice el último pago a los
acreedores de la deuda reestructurada- "hay un bloqueo del cobro que
funciona como elemento de extorsión para el país".
Al respecto, indicó que "ahora dicen que hay riesgo de
que Argentina caiga en default, cuando pagó normalmente" sus obligaciones
de deuda.
El titular del Palacio de Hacienda remarcó que "a
partir de 2003 se hicieron esfuerzos por reestructurar y normalizar las
relaciones financieras internacionales", y aseguró que "Argentina fue
arreglando uno por uno los problemas que generaron el sobreendeudamiento y el
default".
En ese sentido, precisó que el país "solucionó sus
deudas con privados a través de dos reestructuraciones, pero también pagó
completamente sus compromisos con el Fondo Monetario Internacional (FMI),
juicios pendientes en el CIADI (tribunal del Banco Mundial) y reestructuró la
deuda con el Club de París".
De esta manera subrayó que "el desastre que dejó el
sobreendeudamiento se fue normalizando", y afirmó que "hoy todo está
normalizado".
Indicó que queda pendiente "una reestructuración donde
voluntariamente 92,4% de los acreedores aceptó los nuevos términos", y
puntualizó que ese tipo de resultados demuestra que "no solo fue negociada
y bien hecha, sino que fue unánime".
En consecuencia, sostuvo que "el único objetivo de los
que quedaron afuera es litigar en tribunales para obtener el 100% de sus
reclamos".
Señaló que estos tenedores "consiguieron ahora un fallo
inédito, insólito e incomprensible", y subrayó que "un juez de Nueva
York y la Corte Suprema de los Estados Unidos dijeron a los poseedores de esos
bonos del default de 2001 que podían cobrarse el 100% a partir de la
interpretación de una cláusula denominada `pari passu`".
Remarcó que "el juez Griesa la interpretó de una forma
que ni el gobierno de los Estados Unidos, ni de Francia, ni de Brasil, ni de
todos los que se presentaron como amicus curiae de la Argentina, entendían que
tenía razonabilidad".
A su criterio, esa interpretación "es una extorsión
judicial que va en contra cualquier proceso de reestructuración", y
advirtió que "por eso hasta el FMI está preocupado, porque cualquier país
que tenga un bono que diga `pari passu`, no puede reestructurar su deuda".
"No tiene sentido económico" afirmó Kicillof,
quien indicó que "es imposible cumplir con el fallo porque si se les paga
100% a los que tienen bonos en default, los tenedores de deuda reestructurada
tendrían derecho a reclamar lo mismo y se caería la reestructuración, y se
activarían reclamos por entre 120 mil y 400 mil millones de dólares".
El ministro destacó que "esos fondos no quieren
negociar porque quieren obtener ganancias por 1.600 por ciento", y reveló
que "los fondos buitre no compraron bonos de la deuda antes del default
para ayudar a la Argentina, sino que lo hicieron en 2008, con los papeles ya
defaulteados, a 50 millones de dólares y la sentencia se los reconoce por 800
millones".
Por lo tanto, concluyó que "si este tipo de ataque
especulativo triunfa, ningún negocio tendría lógica".