Tras una presión mediática increíble
Boudou fue citado a declarar por la Justicia
viernes 30 de mayo de 2014, 09:49h
La Justicia argentina citó a declarar al vicepresidente argentino,
Amado Boudou, en el marco de una causa de corrupción en la que se le investiga
por presuntas negociaciones incompatibles con la función pública y
enriquecimiento ilícito, informaron fuentes judiciales.
Boudou deberá concurrir en calidad de imputado ante el
tribunal que encabeza el juez federal Ariel Lijo, encargado del denominado caso
Ciccone, el próximo 15 de julio, según el Centro de Información Judicial.
La causa investiga la supuesta compra irregular de la
imprenta de papel moneda Ciccone Calcográfica por parte de un empresario
cercano al vicepresidente.
Se trata de la primera vez que un vicepresidente del
Gobierno en ejercicio es llamado a declarar como imputado ante los tribunales
en Argentina.
Por su parte, el jefe de Gabinete del Ejecutivo de Cristina
Fernández, Jorge Capitanich, dijo este viernes que "el vicepresidente de la nación
siempre ha manifestado su voluntad de cumplir todas las instancias judiciales
ante cualquier eventual convocatoria de un juez de la República, por lo tanto,
está a disposición de la Justicia como siempre", durante su rueda de
prensa diaria.
El Gobierno ha mantenido en un discreto segundo plano al
vicepresidente desde que se conoció su presunta implicación en la causa, pero
le ha reiterado su respaldo en numerosas ocasiones y en los actos oficiales del
pasado 25 de mayo, día de la Fiesta Nacional, tuvo reservado un asiento de
primera fila, justo detrás de Fernández.
Boudou ya se había presentado para declarar ante el tribunal
de forma voluntaria el pasado febrero, después de que el fiscal solicitara al
juez que le llamase a comparecer.
En julio de 2010, un juzgado del fuero comercial declaró la
quiebra de Ciccone a petición del Fisco argentino por deudas impositivas, pero
la Justicia levantó la declaración tres meses después, a solicitud de la propia
empresa, tras haber negociado un plan de pagos.
En el proceso, el Ministerio de Economía, cartera ocupada
entonces por Amado Boudou (2009-2011), habría intervenido ante el Fisco a favor
de la empresa.
Tras el levantamiento de la quiebra, la compañía quedó en
manos de The Old Fund, presidida por Alejandro Vandenbroele, quien es señalado
como "testaferro" de Boudou, aunque el vínculo fue negado por el
vicepresidente.
Amado Boudou dejó la cartera de Economía tras las elecciones
de 2011 para ocupar la Vicepresidencia, pero las denuncias por su presunta
implicación en escándalos de corrupción eclipsaron su carrera política.