El Papa sigue sorprendiendo
Francisco consideró que hay una "puerta abierta" para discutir el celibato
martes 27 de mayo de 2014, 12:23h
"La Iglesia
Católica tiene curas casados. Católicos griegos, católicos coptos...hay en el
rito oriental", dijo el Papa, al ser consultado acerca de lo que piensa de
la práctica del celibato de los sacerdotes en la Iglesia occidental.
En este sentido, consideró que "no se debate sobre un
dogma, sino sobre una regla de vida que yo aprecio mucho y que es un don para
la Iglesia".
"Al no ser un dogma de fe, siempre está la puerta
abierta", afirmó el Papa, según consignó la agencia EFE.
El abordaje del tema surgió luego de que un grupo de 26
mujeres le enviaran una carta al pontífice, en la que le solicitaron una
revisión de la disciplina del celibato, ya que vivieron o viven una relación
sentimental con un sacerdote y querrían hacerlo sin ocultarse.
"Somos un grupo de mujeres que escribe para romper el
muro del silencio y de la indiferencia con el que nos topamos cada día. Cada
una de nosotras mantiene, ha mantenido o querría mantener una relación
sentimental con un sacerdote", afirmaron esas mujeres en una carta que
hasta ahora no había tenido respuesta pública del Vaticano.
"El servicio a Jesús y a la comunidad sería desempeñado
con mayor fuerza por un sacerdote que conjuga su sacerdocio con la vida
conyugal", agregaban.
No obstante, Francisco aseguró que la cuestión no está en la
primera línea de sus preocupaciones porque es un asunto "secundario"
del que no habló en su reciente viaje con el patriarca ortodoxo Bartolomé.
El celibato eclesiástico, es decir, la renuncia al
matrimonio y la promesa de castidad, es obligatorio para los sacerdotes desde
el II Concilio de Letrán, en 1139, pero no lo es en las iglesias católicas de
rito oriental.
Hasta ahora el papa Francisco no se había pronunciado al
respecto como pontífice, lo que hace más destacada la intervención hecha por
Bergoglio.
Quien si se había mostrado tajante sobre el papel del
celibato en la Iglesia romana fue su antecesor, el papa emérito Benedicto XVI.
Ratzinger, de quien se sabe que en su juventud tuvo dudas
sobre esta disciplina, llegó a defender el "valor sagrado" del
celibato, aunque reconoció que no se trataba de "un dogma".
Durante el vuelo de regreso a Roma, el papa se refirió
además a la pedofilia que, subrayó, no merecerá ninguna tolerancia ni
adjudicación de privilegios a los acusados a la hora de ser juzgados.