Juicio por los fondos buitres
Argentina realiza su descargo ante la Corte Suprema de Estados Unidos
lunes 26 de mayo de 2014, 23:52h
Se trata de la última instancia antes de la conferencia que
el máximo tribunal llevará a cabo el 12 de junio próximo para definir si acepta
o rechaza tratar el caso o si solicita opinión al gobierno de Barack Obama
antes de emitir juicio sobre la cuestión.
Inicialmente, el cronograma previsto para la presentación
local era el lunes pasado. Pero la extensión de plazos concedida a los
contrincantes de la Argentina en el denominado "juicio del siglo"
-los fondos NML, de Elliott y perteneciente al Multimillonario Paul Singer,
Aurelius y Olifant, que presentaron su opinión el pasado 7 de mayo-, derivó en
un reacomodamiento de fechas para mañana martes, debido a que hoy se celebra en
Estados Unidos el feriado por el Día de la Memoria.
Más allá de la importancia de la respuesta que Argentina
eleve al tribunal, la atención ahora está puesta en el próximo 12 de junio, el
mismo día que empieza el Mundial de Fútbol 2014 en Brasil.
Durante esa jornada, el máximo tribunal de EEUU decidirá si
acepta o rechaza el caso argentino, o si solicita una opinión al gobierno de
Obama sobre esta cuestión, para terminar de tomar una decisión.
Tan sólo unos 18 días después, el 30 de junio, Argentina
deberá realizar el pago de los bonos a los tenedores que ingresaron a los
canjes instrumentados en 2005 y 2010, y si llega a ser negativa la decisión de
la Corte, el país podría caer en un "default técnico" ante la
posibilidad de incumplir con ese compromiso.
Esto es así proque los bonos del canje, pertenecientes a
terceros inversores que no tienen bonos en default, están seriamente
comprometidos en este juicio.
El fallo de la Cámara de Apelaciones de Nueva York avala el
pronunciamiento del juez Thomas Griesa, sobre el pari passu (tratamiento
igualitario) y, también, un método de pago peculiar de la sentencia, debido a
que en Estados Unidos no existen activos comerciales para ser incautados.
El juez neoyorquino determinó en 2012 que Argentina debe
pagarle 1.330 millones de dólares a tres fondos (actualizables con intereses),
cuya efectivización quedó en suspenso hasta el veredicto de la Corte Suprema.
Quien lidera la defensa argentina es el ex procudador
general de George W. Bush, el abogado Paul Clement, ayudado por el histórico
estudio que representa al país en casos de deuda, Cleary Gottlieb.
Desde que Clement formalizó su ingreso, en noviembre de
2013, el Gobierno optó por alejar de la arena política el tema de los fondos
buitre, y lo dejó estrictamente en el plano judicial.
En el interín aparecieron propuestas de privados, la
solución Gramercy, y de otros bancos de inversión, como Goldman Sachs, pero hay
quienes consideran que las soluciones privadas podrían entorpecer el camino
para que la Corte tome el caso; al menos por ahora.
La defensa argentina presentó escritos que expresan lo que
el Gobierno entiende por "tratamiento igualitario" - la misma oferta
con quita para todos los acreedores-, y advirtió sobre el peligro que puede
significar para las reservas argentinas si el país se ve obligado a cumplir con
la sentencia, debido a la avalancha de juicios de bonistas del canje que podría
llegar luego.
Al determinar potenciales escenarios, los analistas
especializados dan cuenta de la
posibilidad de que -en el peor de los casos- el gobierno se vea judicialmente
obligado a entrar en default.
En rigor, el acuerdo con los acreedores que ingresaron a
los canjes también se rompería si
Argentina acata una desición judicial desfavorable y paga a los holdouts el
100% estipulado por el juez Griesa, debido a que los tenedores de títulos
reestructurados también podrán demandar ser resarcidos de igual forma, sin la
quita que aceptaron en su momento.