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Causas

Causas

Por Enrique Szewach
martes 20 de mayo de 2014, 18:25h
Ha quedado claro, con los números que ya se conocen, que el primer cuatrimestre del año, ha sido malo en materia de actividad y empleo.
 
Obviamente, como ya le comenté la semana pasada, en el gobierno todos miran al Banco Central y a la tasa de interés como "culpables" de la recesión en curso. Básicamente, porque una explicación alternativa pondría mucho más en evidencia la falsedad del relato.
 
Sin embargo, la realidad es otra.
 
La recesión de estos meses es la única manera de sostener las reservas del Banco Central, en ausencia de financiamiento externo.
 
Me explico.
 
El Banco Central se estaba quedando sin reservas por la absurda politica monetaria llevada a cabo en los últimos años que,  con tasas inferiores a la inflación, financiamiento del gasto público con emisión, y atraso cambiario, generó un exceso de pesos que se trasladó a una demanda creciente de dólares por parte del sector privado.
 
A esto se le sumó una política energética, fiscal y de "desendeudamiento externo" que incrementó la demanda de dólares por parte del sector público.
 
En síntesis, al gobierno argentino le faltaban dólares para atender sus necesidades de caja en moneda extranjera y mantener, simultáneamente, un stock de intervención que permitiera manejar la política cambiaria sin un descontrol nominal catastrófico.
 
Un gobierno que necesita dólares los puede obtener de tres maneras. Con endeudamiento externo. Apropiándose de los dólares de exportación, con control de cambios, o limitando las importaciones.
 
El gobierno, hasta ahora, no ha podido, salvo en montos exiguos y a través de YPF y algunas provincias, acceder al endeudamiento externo. (Afortunadamente, dado que es mejor un endeudamiento, bajo otro programa, y otro destino para los fondos).
 
Se está apropiando de los dólares de los exportadores a través del control de cambios, pero las exportaciones están estancadas, salvo en el caso de la soja, que depende del clima y de la decisión de los productores de vender la cosecha, por un lado,  y de los precios internacionales, por el otro. 
 
El resto de las exportaciones están cayendo, en general, por el desaliento al resto de las producciones agropecuarias, y porque la política industrial, lejos de ayudar a los empresarios a generar cadenas de valor con inserción global, se concentró en una anacrónica, costosa e inútil política de sustitución de importaciones.
 
Por lo expuesto, lo único que queda disponible es limitar importaciones y otros usos de los dólares de las reservas.
 
Las importaciones pueden limitarse de dos formas, o aumentando el precio del dólar, para reducir el poder de compra en dólares de los pesos, o  con restricciones administrativas y prohibiciones.
 
Aumentar el precio del dólar como se hizo en el último año. (el dólar se encareció 56%), tiene fuertes efectos sobre la tasa de inflación, y el poder de compra de los salarios,  por la participación de los productos exportables e importables en la matriz de costos de las empresas y personas. (Sólo cargar nafta cuyo precio está dolarizado, ya implica un aumento de costos).
 
Además,  mover el tipo de cambio, sin incrementar la tasa de interés, alienta la demanda de dólares, aumenta la brecha cambiaria, y alimenta las expectativas de devaluación e inflación.
 
Finalmente, las restricciones y prohibiciones administrativas para importar (que se suman a las que se crearon para atesorar, turismo, etc.), afectan el nivel de actividad, dado que el grueso de lo que se importa es para producir.
 
En otras palabras para "cuidar" las reservas, sólo quedó el camino de bajar el poder de compra del salario medido en dólares, y restringir el acceso a dólares de las empresas para producir.
 
Es decir, la recesión es la forma de obtener dólares, no es una consecuencia no deseada de la política económica.
 
Y la suba de la tasa de interés y la restricción crediticia es una forma de absorber los pesos que emite el Central para financiar el gasto público y evitar que esos pesos se vayan a los precios o al dólar aumenten la brecha y reduzcan indirectamente las reservas.
 
Entonces, sólo si aumenta la oferta de dólares, sea por la soja, sea por endeudamiento, se podrá importar más y producir más.
 
Sólo si se reduce el déficit fiscal financiado con emisión se podrá bajar la tasa de interés y aumentar el crédito al sector privado.
 
Todo lo demás es "relato" o, como diría el tango "puro cuento".
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