Historia emocionante
El hombre transplantado conocerá al piloto que se arriesgó para salvarle la vida
viernes 16 de mayo de 2014, 03:03h
Osvaldo Amadeo, pudo recibir la semana pasada un corazón
gracias a la destreza del piloto Claudio Pistone, que desafió la niebla y
aterrizó con el órgano en el aeropuerto de Córdoba. Hoy le agradeció al aviador
y entre lágrimas prometió que se encontrarán la semana próxima para estrecharse
en "un abrazo muy grande".
"¡Hola Pistone! ¿Cómo le va? Quiero conocerlo, ¡por
Dios!", le dijo Amadeo a Pistone en una entrevista en radio Mitre, de
Córdoba, con la voz quebrada por el llanto y la emoción.
"Hay que tener cojones para hacer lo que hace esta
gente, por Dios, porque esa decisión no debe ser fácil tomarla", continuó.
Nos vamos a conocer la semana próxima, nos vamos a dar un
abrazo muy grande", prometió Amadeo, que recibió el trasplante en el
sanatorio Allende, de Córdoba.
Ante la invitación, Pistone le dijo: "sería lindo, la
semana que viene lo hacemos" y agregó: "nunca se me dio la
posibilidad de conocer a ningún paciente".
Amadeo pudo ser trasplantado la semana pasada, luego de
que Pistone, comandante del avión que
debía llevar el corazón desde Mendoza al aeropuerto cordobés Pajas Blancas,
desafió a la niebla y aterrizó casi sin visibilidad para cumplir con un
operativo de emergencia nacional del Incucai.
Pistone relató que cuando partieron del aeropuerto de la
localidad bonaerense de San Fernando sabían "de las condiciones de niebla
que íbamos a tener al regreso" en la aeroestación de San Fernando.
"Cuando llegamos a Mendoza -continuó- antes de que
lleguen los médicos con el corazón nos avisan que el aeropuerto de Córdoba
estaba cerrado con niebla".
El piloto explicó que ante esa situación se dispone el
aterrizaje "por instrumentos" y para hacerlo "debe haber un
mínimo de visibilidad que en el caso de Córdoba es de 800 metros".
"La torre de control de Córdoba nos dice: `no se puede
(aterrizar) pero si ven que pueden háganlo", recordó el piloto.
"Vimos la pista y decidimos aterrizar con márgenes de
seguridad, porque tampoco la idea era arriesgar muchísimo", contó Pistone,
que tenía una gran urgencia porque los órganos tienen un tiempo de conservación
en frío, que en el caso del corazón es de 6 horas.