lunes 07 de abril de 2014, 23:42h
La información forma parte de una nota que presenta y
cuestiona las grandes falencias educativas del programa "Fines"
teóricamente diseñado para facilitar la terminación del nivel educativo
secundario a quien haya interrumpido sus estudios, pero que -como parece ser
norma en la mayoría de las iniciativas del gobierno nacional, ha degenerado en
una bastardización grotesca.
Una de las alumnas, que había interrumpido sus estudios
secundarios y a la que le elaboraron una currícula de cuatro meses para la
obtención de su "título" de nivel medio, comenta que había convencido
de hacerlo también a su marido: "le asignaron un plan de estudios de 4
meses, aunque él solo llegó a completar 9° grado de EGB, según la estructura
curricular previa a la reforma de 2010 en provincia de Buenos Aires."
(Clarin, 7/4/2004)
El propósito de la "alumna" -dice la nota- es
obtener su título secundario con el propósito de realizar estudios terciarios,
en una carrera "relacionada con la salud". Tal vez en un tiempo esté
atendiendo enfermos, con su flamante diploma de médica.
La indignante estafa -recíproca- entre un Estado tramposo
que le otorga "títulos" tramposos a estudiantes también tramposos
simboliza nítidamente lo que ha significado la educación para la década
kirchnerista. No mienten las pruebas PISA cuando exhiben el deterioro casi
terminal del estado de la educación en el país.
El sistema educativo formal cuenta con planes de enseñanza
media para adultos, con exigencia horaria reducida con respecto a los normales.
Son 2025 horas de clase, frente a las poco más de 3500 de un secundario normal
-de por sí insuficientes ante las demandas del cambio acelerado que presenta la
realidad actual, que requeriría más bien planes de adiestramiento y
actualización indefinidos-
Pero de ahí a ...¡cuatro meses! En ese lapso -se supone-
debería aprenderse -si se reconoce un nivel de educación media completa-
matemáticas hasta el nivel de cálculo elemental u estadística, geografía del
planeta, de los cinco continentes y de la Argentina; historia universal y
argentina; biología; anatomía; historia geológica del universo y del planeta;
idioma español y uno extranjero; literatura nacional y universal; formación
social; historia del arte; educación científica y tecnológica, al menos en sus
aspectos básicos que le ayuden a comprender el entorno local, nacional y
global, así como los procesos de cambio y la utilización de las herramientas
tecnológicas que impregnan cada vez más la vida cotidiana.
El Ministerio de Educación informa en su página las materias
del ciclo básico, que abarcan los tres primeros años de estudios de la
educación formal. Son
Lengua
Matemática
Ciencias Naturales
Ciencias Sociales
Educación Física
Formación Ética y Ciudadana
Educación Artística
Educación Tecnológica
Lenguas Extranjeras
Este primer ciclo debe completarse con dos años más de ciclo
orientado, en el que los contenidos básicos son
Ciencias Naturales (Biología, Física y Química)
Ciencias Sociales (Historia, Geografía y Economía)
Formación Ética y Ciudadana
Filosofía
Educación Física
Lengua y Literatura
Educación Artística
Matemática
Lenguas Extranjeras
Con estos dos ciclos completos, el estudiante accederá a su
título secundario en la orientación que haya elegido, entre las siguientes:
Bachiller en Arte
Bachiller en Comunicación
Bachiller en Ciencias Naturales
Bachiller en Economía y Administración
Bachiller en Educación Física
Bachiller en Lenguas
Bachiller en Ciencias Sociales
Bachiller en Turismo
Bachiller Agrario / en Agro y Ambiente
Bachiller en Informática
Pero hay otra opción. Es la "opción K".
El programa "Fines" permite evitar todo esto. Sólo
con esperar a cumplir dieciocho años, podrá acceder a su "título", en
pocos meses, de acuerdo a una propuesta de "programa" que le haya
formulado un "docente" del mismo, especialmente para su situación. Su
título tendrá "validez nacional" (Res. 190/2009)
Con esa ayuda y un poco de suerte, accederá a la
Universidad. Tal vez hasta llegue a ser profesional. O técnico. O simplemente,
el papel le sirva para obtener el "suplemento por título" en su
sueldo, en la repartición pública en la que se desempeñe.
El INDEC de la educación, dice la nota.
Una mentira más con respaldo oficial. Y no precisamentede
los medios.
Ricardo Lafferriere