A los 102 años, falleció "cantora nacional" Nelly Omar
viernes 20 de diciembre de 2013, 18:54h
Una artista con todas las letras
Con el fallecimiento de la inmensa Nelly Omar, de 102 años,
se va la última sobreviviente de una estirpe dorada de cantantes de la música
popular habitada por nombres como los de Tita Merello, Azucena Maizani,
Libertad Lamarque y Ada Falcón.
Pero la "cantora nacional", como le gustaba ser denominada,
no es sólo un nombre fundamental de la música popular argentina sino que
materializa en la actualidad la pervivencia de una memoria afectiva ligada al
primer peronismo.
Protagonista indiscutida de la historia musical de la
Argentina y figura legendaria de un país que creció de pronto, cuando supo
abrazarse al afecto de los humildes, la artista parece uno de esos personajes
llamados a habitar para siempre la memoria inextinguible de su pueblo.
Nació el 10 de septiembre de 1908 como Nilda Elvira Vattuone
en la localidad bonaerense de Bonifacio, pero inscripta y criada en Guaminí,
donde vivió hasta los 11 años, cuando fallece su padre y se traslada a Buenos
Aires con su madre y 10 hermanos.
Voz protagónica y central del tango y la canción criolla en
las décadas del ´40 y el ´50, su adhesión al peronismo le valió proscripción y
listas negras, estando prohibida en radios y teatros luego del golpe de Estado
de la autodenominada Revolución Libertadora.
"Estuve 17 años sin trabajar porque me metieron en una
lista negra impuesta por la revolución fusiladora, por ser peronista de Perón y
amiga de Evita, una mujer con gran personalidad que se fue demasiado pronto
cuando tenía mucho por hacer", recordó años atrás en un reportaje con
Télam a propósito de esa época.
Y agregó: "Como feliz o desgraciadamente no tenía a
nadie a quien darle de comer, porque no tengo hijos, me las fui arreglando
sola. Pero claro, tuve que vender el piano".
En 1957 viajó a Montevideo para trabajar en radio y
televisión y luego a Venezuela para participar del programa de televisión
"El show de Renny Otolina", donde actuaba vestida de gaucho, pagando
en su cuerpo su cercanía al gobierno popular y sus recordadas interpretaciones
de "La descamisada" y "Es el pueblo".
Aunque conoció el trabajo desde los 12 años, cuando se
empleó en una fábrica de medias, Omar arrancó con la canción a los 17 con la
interpretación de "A mi madre" en radio Splendid, pero se hizo
profesional tiempo más tarde.
En 1934 conforma un dúo con su hermana Nélida (a quien le
`robó´ el sobrenombre) y en 1937 conoce a Homero Manzi al trabajar juntos en la
audición de Radio Belgrano "Pájaros ausentes", que contaba con
libretos del poeta, a quien la une un apasionado romance.
Esta relación se interrumpe cuando, ante la posibilidad del
divorcio, la esposa de Manzi intenta suicidarse con un tóxico, pero queda de
ella el registro o la huella que el poeta materializó en la imperecedera
"Malena".
Bautizada en 1938 en Valentín Alsina "la Gardel con
polleras", gracias a una voz prístina, un fraseo claro, aguerrido, firme y
sin afectaciones ni subrayados.
Y la definición viene a cuento de una artista que recorrió
el tango pero cultivó con igual interés y profundidad la milonga, el vals y el
repertorio criollo en un programa musical que no admite oposición entre lo
urbano y lo rural y que recoge el gesto de cantores anteriores como Gardel,
Magaldi o Corsini.
A Nelly no se le debe sólo la convicción inquebrantable de
un afecto y una carrera sin dobleces que postergó en tributo a la lealtad sino
también imperecederas interpretaciones de canciones como "Sur",
"Amar y callar", "El adiós de Gabino Ezeiza", "Del
tiempo de la morocha" y "Manoblanca", entre muchos otros
registros.
Pese a los problemas de salud aparejados a su edad y que la
llevaron a padecer varias internaciones en el último tiempo, la intérprete
concretó en los años 2005, 2009 y 2011 (cuando celebró su centenario)
inolvidables presentaciones en el estadio Luna Park.