martes 05 de noviembre de 2013, 10:52h
El fallo de la Corte produjo una reacción espasmódica de los
diarios Clarín y La Nación, además de sus voceros que son las múltiples y
supuestas sociedades en defensa de la "libertad de expresión",
creadas por ellos como ADEPA, ATA, CEMCI, SIP,
entre otras, a las que se suman los "alter egos" de siempre,
algunos electos, otros fracasados, pero siempre dando el presente ante la
patronal.
La Ley de Medios es de Comunicación Audiovisual, no tiene
nada que ver con la prensa gráfica, ni con las pautas oficiales, ni con la
autoridad de aplicación de la Ley, que es el ASFCA.
El Grupo Clarín no se va a fundir, conservará el 35% del
espectro del suscripción por cable, una FM, una AM y una productora de
contenidos, pudiendo tener hasta 24 licenicias en el país, el diario insisto no
entra en la ley.
¿Tanto lío y riego democrático en 4 años, por tan poco?
¿O serán otros intereses los que están en juego, como por
ejemplo los manejos financieros de las Bolsas del Mundo junto al Grupo Goldman
Sachs, propietario accionario de Clarín, o será representante de AEA el grupo
empresario de Techint con Roca a la cabeza, FIAT con Ratazzi, Pagani con Arcor,
Sebastían Bagó y otros capitanes de la industria, con intereses en el exterior
y con poca adhesión nacional?
La Nación aparentemente sin perjuicios por la Ley, sale al
ruedo en defensa de los intereses agroexportadores de los que si forma parte en
sociedad con Clarín en Expoagro y la Sociedad Rural. Son los impulsores de la
devaluación para un país rico en divisas ( para ellos) y pobre para el resto de
la sociedad.
El coro fariseo por su parte, pide juicio político la Corte ahora, no lo hizo cuando la misma
Corte dió por tierra con la ley de Democratización de la Justicia, ni cuando
prolongó las cautelares, ni cuando impidió la expropiación de los predios de la
Sociedad Rural, entregados a precio vil durante el menenismo.
El Gobierno se ajustó a derecho, tuvo paciencia oriental en
la promulgación constitucional de una Ley de Medios votada por amplias mayorías
parlamentarias, las que votamos los argentinos.
Cuatro años de espera, apelando cada fallo, soportando
cuatelares, aguantando agravios diarios, mentiras y denuncias por doquier, tapa
de diarios todos los días, sin embargo se esperó el dictamen de la Justicia de
una Ley debatida en el seno de la sociedad en todo el país, con mas de 200
modificaciones desde el proyecto original, presentado en el Teatro provincial
de La Plata, con participación de mas de 25 mil comunicadores, cooperativistas,
universitarios, propietarios de medios del interior.
Sin embargo durante 4
años se soportó que se dijera que era una ley que limitaba la libertad
de expresión.
Los peronistas estamos acostumbrados a poner en debate los
temas ocultos que siempre duelen al poder establecido y eso nos ha costado
mucho dolor y mucha sangre, pero si estamos vivos y somos vigentes, es porque
en esa lucha también logramos modificar la realidad, ampliando derechos,
promoviendo bienestar, ensanchando libertades, consolidando democracia y en ese
camino consolidar identidad nacional y popular, recuperando soberanía,
entregada en etapas oscuras del país, desde la dictadura al neoliberalismo.
Jorge Rachid
Titular de Catedra en Universidad Nacional de Lomas de
Zamora