Buena salud institucional, buena salud de nuestra presidenta

Doble tranquilidad hoy: Cristina se recupera con total normalidad, al igual que la vida institucional de la República.


Los agoreros se quedan sin argumentos porque cada funcionario, cada ministro, cada embajador, cada gobernado e intendente desarrolla las tareas que le confirio la presidenta sin alteraciones.


El gobierno sigue trabajando, inaugurando obras, mosytrando logros, resultados, de nuestras políticas públicas. La democracia está afianzada y el gobierno político firme e institucionalizado.



A alguna oposición oportunista puede molestarle que la sucesión transitoria prevista en la Constitución se haya puesto en marcha con la naturalidad prevista en la Carta Magna. Son signos de impotencia frente a una ciudadanía que sabrá ponderar el valor de la estabilidad y la capacidad para gobernar incluso en condiciones complejas.


Gestionar en las condiciones dadas, no en las ideales desde las que nos critican los favoritos del establishment cómodamente sentados en los estudios de TV, es el desafío central de un gobierno.



La presidenta se recupera, descansa, y el gobierno nacional y popular no se detiene. Cristina tiene equipo, tiene militancia y fundamentalmente el cariño del pueblo, que es nuestro principal capital.