Las cartas del abuelo Pascasio: la buena salud del cine argentino.
viernes 04 de octubre de 2013, 15:54h
Muy querida nieta Cristina:
Te hago
unas líneas para comentarte la satisfacción de mis compañeros delante de las últimas películas de cine de
producción nacional. Acá arriba llegan todas las novedades. Nosotros, los
miembros activos de la Asemblea da Emigración Riopratense, tenemos un carné especial que nos permite
asistir al estreno de todas las películas que se hagan en Argentina y Uruguay.
Para que nos explicase un poco el éxito actual de la industria cinematográfica
argentina, invitamos a un buen amigo que vos conocés de cuando ibas a la
escuela. Recordarás su gran interpretación en el papel del presidente
Sarmiento. Me estoy refiriendo al actor
Enrique Muíño [su apellido en castellano sería Molino] que fue premiado
infinidad de veces por sus talentosas creaciones artísticas.
Enrique
comenzó con un breve relato de sus luchas en el escenario para hacerse un
nombre en su profesión. Primero en el teatro en contra de la opinión de su
padre que no consideraba el ser actor como un laburo. En sus giras por España
en los años treinta del siglo pasado representaba a un gaucho en una obra
costumbrista que el público aplaudía mucho. Dice que fue allí junto a su amigo
y socio Elías Allippi donde se preparó para tiempo después protagonizar en el
cine la famosa película "La Guerra Gaucha". Se de que estemos viviendo el
segundo éxito del cine argentino en 60 años y que coincide nuevamente con un
gobierno serio y nacionalista. En sus tiempos el presidente Perón ayudó mucho
al cine pero luego siguieron décadas de mínima inversión y las salas fueron
invadidas por los filmes made in Hollywood.
Nuestro
amigo nos contó que ahora mismo en Madrid se están exhibiendo 12 largometrajes
nacionales dentro del evento "Argencine" que promueve el INCAA. Un ejemplo de
que acá avanzamos y allá retroceden, lo encuentra Enrique en que antes la
Comunidad de Madrid ponía algo de guita pero en esta oportunidad todos los
gastos corren por parte argentina. Voy a repetirte exactamente un cachito de su
intervención que apunté en una libretita: "Creo amigos que alguna relación o
paralelismo habrá entre los 6 millones de desempleados en España y los 6
millones de espectadores que llenaron las salas argentinas para poner en el
ranking a cuatro películas nuestras entre las 5 más vistas. Bueno, a lo mejor
ando boleado pero creo que algo se está haciendo mal en la madre patria. ¿Qué
carajo pasa con nuestros paisanos? Tienen grandes directores, excelentes
actores y unos paisajes que son precisamente de película. ¿Qué les falta? Habrá
que replantearse la alabada transición para
concluir que no existió tal renovación. El microbio franquista sigue
anidando en miles de ciudadanos que apoyan a un gobierno que frene el despelote
de los matrimonios igualitarios".
El bien
informado Enrique también se acordó de agradecer el esfuerzo inversor en el
apartado de cine documental. En Madrid se proyectan 5 documentales, lo cual es
muy positivo porque desde que el genial Prelorán se borró para California nadie
le da bola a una expresión audiovisual que es muy importante para la formación
ciudadana en realidades internas que seguimos desconociendo. Enrique nos
propuso una próxima reunión de debate y proyectar "Huellas y Memoria de Jorge
Prelorán". Aceptamos, encantados. Así nos podemos enterar de la vida y obra de
Prelorán por medio del homenaje que le dedican Fermín Rivera y Emiliano
Penelas. Por cierto, nos dijo que Emiliano es un gran profesional, talentoso y
además con el plus de que al igual que vos, es nieto de gallegos.
Bueno,
tengo que despedirme. No quiero llegar tarde al estreno en el "Cine do Ceo" de
Puerta de Hierro con el querido actorazo Victor Laplace. A lo mejor no sabés,
Cristina, que varias escenas de la película las filmaron en Santiago de
Compostela. Quiero ver a Perón [Victor] paseando por las hermosas calles
empedradas de la capital de Galicia ---nosotros las llamamos rúas--- que llevan
nombres que tengo grabados en la memoria: Nova, Vilar, Xelmírez. Ahora si,
termino mi carta. Antes del punto final aprovecho para insistir en pedirte que
no dejés de apoyar al Centro Gallego de Buenos Aires.
Recibí
un abrazo del abuelo fonsagradino que viajó a la orilla sur para encontrar la
felicidad alrededor de una rueda matera en el solidario fogón rioplatense.
Pascasio
Fernández Gómez