Lo acordar tras bautizar al catamarán "Francisco"
Argentina y Uruguay tratarán la situación de la pastera UPM-Botnia
lunes 30 de septiembre de 2013, 23:55h
La reunión de ambos mandatarios se concretó este lunes por
la noche en el puerto de Buenos Aires, tras el acto de bautismo de un catamarán
de Buquebús que lleva el nombre de "Francisco", en homenaje al Papa
argentino, donde acordaron que este martes llegará a Buenos Aires una
delegación de Uruguay para conversar con funcionarios de Cancillería
En ese marco, el canciller Héctor Timerman anunció que
vendrá a Buenos Aires una delegación de Uruguay para conversar con funcionarios
de su Ministerio acerca de la pastera UPM-Botnia, establecida sobre la margen
del río Uruguay del país vecino.
"Los presidentes se reunieron con la cordialidad y la
confianza con que siempre se reúnen", explicó el canciller, y precisó que
"se intercambiaron opinones sobre el tema Botnia-UPM, y también hubo una
información técnica".
En ese orden, aseguró que "lo que resolvieron es que
este martes viaje a Argentina una delegación de Uruguay para tratar junto con
la Cancillería argentina el tema de la compañía".
Ante una consulta de los periodistas, Timerman detalló que
los presidentes "hablaron de la temática general de Botnia; donde el
presidente planteó el tema de UPM y la presidenta planteó también nuestras
posiciones".
"Nosotros queremos cumplir con el fallo de La
Haya", remarcó Timerman, y ante otra pregunta reafirmó que "el
diálogo está totalmente abierto, este martes viene una delegación a seguir
conversando".
Previamente, en el discurso de bautismo del barco catamarán,
Cristina exhortó a los presidentes latinoamericanos a comprender que "la
unidad es el único camino para la paz", más allá de cualquier diferencia.
"Tenemos diferencias, podemos tener discrepancias, pero
en definitiva todos los presidentes de la región tenemos que entender que la
unidad es el único camino para seguir en paz", reflexionó Cristina durante
el acto, donde también estuvo acompañada por Mujica, quien viajó especialmente
para el acto.
Participaron también el nuncio apostólico en Buenos Aires,
Emil Paul Tscherrig; el arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli; de Montevideo,
Nicolás Cotugno; el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina; el secretario de
Legal y Técnica, Carlos Zannini; el ministro de Turismo, Enrique Meyer; el
presidente de Buquebús, Juan Carlos López Mena; y el secretario general de la
Presidencia de Uruguay, Homero Guerrero.
En su discurso, la jefa de Estado declaró asimismo que
quienes tienen la responsabilidad de gobernar deben "preservar" a la
región de hechos que ocurren en "otras latitudes" y que pueden tener
impacto en Latinoamérica.
Además, Cristina destacó la visión empresaria de Juan Carlos
López Mena, presidente de Buquebús, y lo elogió por su "vocación" y
"perseverancia" en la administración del servicio de pasajeros.
"El capital es trabajo acumulado", celebró la jefa
de Estado, al parafrasear conceptos que el empresario uruguayo volcó en un
libro de su autoría.
Agradeció además a López Mena "la confianza en el
país", dado que "no es común encontrar hombres que inviertan".
Mujica, en tanto, aseguró que "el río que nos separa
también nos une", y destacó que no se siente "hermano del pueblo
argentino", porque "somos más que eso, nacimos de la misma placenta,
y esa es otra historia; componemos una cultura, un decir, un sentir".
Además de su agradecimiento al gobierno argentino, lo hizo
extensivo "a la sociedad que ha acogido a miles de orientales".
"Cuando vengo a esta ciudad encuentro mucho de lo mío
pero más grande, más multiplicado, más primer mundo", graficó Mujica, y
señaló que a López Mena "no se le escapa nadie", ya que en el barco
catamarán podrá llevarse "la bicicleta y el Mercedes Benz".
Añadió: "Quiero agradecerle a la señora presidenta de
los argentinos porque me siento como en mi casa", y resaltó que
"estamos en el mismo barco".
"Vendré las veces que tengamos que venir mientras me
den los huesos para intentar darme un abrazo con el pueblo argentino",
finalizó el presidente de Uruguay.
López Mena, en su discurso, dijo que el barco "es una
exaltación de una de las personalidades más relevantes, el Papa Francisco,
quien extiende un manto de humildad y paz y a quien admiro".
Resaltó que "es un barco no contaminante" que
tiene "muchos componentes de la muy avanzada industria argentina, como que
cumple con las normas internacionales de confort".
El moderno catamarán "puede trasladar a 950 personas y
es capaz de alcanzar una velocidad de 58 nudos, lo que lo convierte en el barco
más veloz del mundo en su tipo", según informó la empresa Buquebús.
Unirá Buenos Aires con Montevideo en 2 horas 12 minutos, y
antes de los discursos Cristina y Mujica hicieron una recorrida por el buque.
En el acto, el sindicato Somu, de obreros marítimos, entregó
dos placas, una a Mujica por su "hermandad en la patria grande" y
otra a Cristina por "el proyecto nacional y popular".