¿Las darán?
La OEA condenó los incidentes con el avión de Evo y reclamó "disculpas" de Europa
martes 09 de julio de 2013, 23:28h
La Organización de Estados Americanos (OEA) aprobó hoy por
consenso una resolución que condenó los hechos que afectaron la semana pasada
al avión presidencial de Bolivia en Europa y llamó a que las naciones involucradas
brinden "las explicaciones necesarias" y pidan "las disculpas
correspondientes".
El Consejo Permanente de la OEA aprobó, tras más de nueve
horas de debate en sesión extraordinaria, una resolución que expresa la
solidaridad de los países de la región para con Morales y "condena las
actuaciones que violan las normas y principios básicos del derecho
internacional, como la inviolabilidad de los Jefes de Estado".
El acuerdo fue logrado tras una trabajosa discusión en torno
a algunos de los términos del documento y no salió por unanimidad porque Canadá
y Estados Unidos pidieron agregar "al pie de página" que no se unían
a la resolución porque "los hechos sobre este incidente no quedan
claros", porque se trataba de una cuestión "bilateral" y que,
por lo tanto, resultaba "inapropiado" que el organismo interamericano
tratara el asunto.
Argentina pidió la palabra, a través de su representante,
Martín Gómez Bustillo, para aseverar que "lo sucedido ha sido un hecho
inamistoso, hostil e inaceptable, una flagrante violación al derecho
internacional y a la convivencia pacífica de los Estados", y enfatizó que
el episodio fue "un atropello, una práctica neocolonial, unafalta de
respeto a la soberanía de un Estado y a la inviolabilidad de un Jefe de
Estado".
Gómez Bustillo juzgó que España, Francia, Portugal e Italia
"deben pedir disculpas a Bolivia, a su pueblo y a su presidente. Deben pedir disculpas a todos nosotros porque
hoy todos somos Bolivia", remarcó.
La versión final de la resolución resolvió hacer "un
firme llamado a los gobiernos" de esos 4 países de Europa para que
"brinden las explicaciones necesarias" sobre lo acontecido, "así
como las disculpas correspondientes".
A último momento, se agregó, a pedido de El Salvador, una
propuesta de realizar "un llamado al diálogo respetuoso y constructivo
entre las partes".
En el primer bloque de la reunión, el ministro de Gobierno,
Carlos Romero, vocero de la administración boliviana en el encuentro, consideró
como "un grave atentado" lo ocurrido la última semana con la aeronave
que transportaba a Morales de Moscú a La Paz y lamentó la "agresión
moral" que significó tratar al jefe
de Estado "como un criminal, de forma desconsiderada".
El hecho "se trata de una acción intercontinental dado
que compromete a gobiernos de países de Europa" siendo que por ciertas
acciones sucedidas "deducimos (fueron) por instrucciones o por gestiones
de Estados Unidos", afirmó Romero.
El ministro reseñó que "cuatro horas después de haberse
materializado las acciones de impedimento del desplazamiento aéreo" de
Morales llegó a la Cancillería boliviana "la solicitud de extradición del
ciudadano (ex agente de inteligencia estadounidense Edward) Snowden",
pedido que fue devuelto dado que "el ciudadano Snowden no estaba en
Bolivia".
"Nos estaban solicitando la extradición de un
fantasma", ironizó Romero, para quien esa acción "es una confesión de
parte de la intervención de otro gobierno, que nos ha permitido calificar este
hecho como un hecho de implicancia intercontinental".
Evaluó luego que "llama la atención que Portugal haya
revocado la autorización" de vuelo, pero "es aún más grave" que
Francia rechazara el permiso alegando "explicaciones contradictorias"
respecto a una confusión de aeronaves y dijera luego que retomaba la
autorización "luego de saber que el presidente Morales estaba en el
avión".
El funcionario siguió el relato con lo sucedido en el
aeropuerto de Viena donde Morales estuvo varado por más de 13 horas, y mencionó
que el embajador español en Austria pidió una "inspección en el avión
porque había sospecha de que el ciudadano norteamericano (buscado por Estados
Unidos), Edward Snowden, podía encontrarse" allí y después, en un segundo
contacto, "solicitó tomar un cafecito en el avión del presidente".
Al tomar la palabra en su condición de miembro observador de
la OEA, el representante español Jorge Hevia reiteró hoy que su gobierno
"lamenta que la actuación de nuestra representación en Viena, aunque
llevada a cabo siempre de buena fe, haya podido ser mal interpretada y haya
podido incomodar u ofender" a Morales "y si así fuere, ofrecemos
nuestras disculpas al respecto".
Su par italiano, Sebastiano Fulci, en cambio, negó las
acusaciones del ministro boliviano, pidió que su país "no sea
mencionado" en la declaración final y hasta advirtió que "no es
Italia la que debe pedir disculpas a Bolivia, sino exactamente lo contrario"
por las "acusaciones" recibidas.
"Italia no tuvo absolutamente nada que ver con los
obstáculos al vuelo del presidente Evo Morales porque nunca retiró la
autorización al sobrevuelo de su territorio", sino que lo sucedido
responde a que "puesto que el avión había aterrizado en otro aeropuerto,
Viena, la autorización caducó" y debía ser pedida una nueva, explicó
Fulci.
Por su parte, el encargado de negocios francés, Lorenzo
Schiavi, atribuyó lo sucedido a "un error técnico", que provocó una
"confusión" de aeronaves, lo que generó la respuesta rotunda de
Romero que pidió "no mirar" en Bolivia "una suerte de déficit
mental como para pensar que una confusión visual haya explicado esas marchas y
contramarchas".
Tras estas declaraciones, la mayoría de los países miembros
-entre ellos la Argentina, Brasil, Colombia, Ecuador, México, Uruguay y
Venezuela- expresaron su apoyo al borrador del proyecto de resolución, que por
entonces no lograba el visto bueno de Estados Unidos, Canadá y Panamá.
Se decidió entonces un cuarto intermedio, en el que la
discusión, según fuentes diplomáticas, pasó en parte por el debate sobre el uso
del término "rechazo" o "condena", hasta que finalmente se
consensuó por mayoría un texto de 4 puntos.
Ya antes, la representante estadounidense Carmen Lamellin,
había explicado que "los hechos siguen siendo no claros" y que bajo
ese escenario "no es útil ni apropiado que la OEA trate de intervenir en
asuntos bilaterales".
Antes del receso, el secretario general del organismo
hemisférico, José Miguel Insulza, cerró la primera etapa del encuentro con una
mención a que el hecho "provocó una gran indignación y solidaridad inmensa
de saber que un gobernante de América latina y el Caribe estaba siendo víctima
de semejante agresión".
Para Insulza, lo sucedido al avión de Morales "no puede
ser una casualidad" en cuanto a que "cuatro países de Europa
coincidieron en este mismo asunto y además se dice que lo habría promovido otro
país".