Sobrero sorprendió a todos
Los mismos ferroviarios admiten que los sindicatos "están muy sucios"
jueves 04 de julio de 2013, 16:52h
El delegado gremial de la línea de trenes Sarmiento, Rubén
"Pollo" Sobrero, tras el paro sorpresivo de de los maquinistas
nucleados en La Fraternidad, asumió que los sindicatos "están muy sucios"
En ese marco también dijo que "cuando a Andrada
(mótorman, testigo clave de la Tragedia de Once) lo asesinaron, su propio
gremio salió a decir al instante que fue un asalto al voleo".
En ese contexto, el gremialista en una entrevista al portal
Infobae deslizó acusaciones contra
sindicalistas ferroviarios al afirmar que "sospecho que todo esto
forma parte del entramado de corrupción que hay en el área nuestra, hay muchas
muertes".
El gremialista había dicho a Télam que no eran
"claros" los motivos por los que los maquinistas tomaron la medida de
fuerza que dejó sin servicio a los pasajeros de casi todas las líneas de
ferrocarriles.
En ese marco, sostuvo sobre La Fraternidad, Señaleros y la
Unión Ferroviaria que "son gremios que están muy ligados a los
empresarios" y "fueron los responsables de las privatizaciones de los
90, los que hicieron el trabajo sucio de despedir a la gente y los que avalaron
cerrar 20.000 kilómetros de vía, y a cambio de eso se enriquecieron".
Asimismo apuntó sin mencionarlo contra Julio Adolfo Sosa, el
número tres del sindicato de La Fraternidad, a quien acusó de ser "un tipo
de los servicios de inteligencia, que perteneció al batallón 601 y que está
inclusive en el listado que presentó el gobierno de los agentes civiles que
participaron de la dictadura".
Sobrero también dijo que a Leonardo Andrada, testigo de la
Tragedia de Once, lo asesinaron y que "a las pocas horas su propio gremio
salió a decir que había sido un asalto al voleo".
"No sabíamos que tenían tan buena información. ¿Cómo
puede ser que al poco tiempo de que recién lo han matado el compañero el
secretario general del gremio sale a decir que es un asalto al voleo",
dijo con cierto tono de ironía.
Andrada era el mótorman que le entregó el servicio a Marcos
Córdoba, quien chocó el 22 de febrero de 2012 contra una plataforma de la
estación Once y provocó 51 muertes