El canto de la sirena

El discurso inaugural del año legislativo de la presidente no tuvo sorpresas. Muchas flores para sí y un misil a la Corte Suprema de Justicia. Otro capítulo de los holdouts y el Tratado con Irán ponen sombras sobre la economía y el futuro de la Argentina entre los países serios.

Dice la Odisea que Ulises fue prevenido del canto irresistible de las sirenas, y pese a todo, su curiosidad pudo más. Tal vez habría que haber emulado al semidiós griego, tapándose los oídos, para soportar las casi cuatro horas de discurso presidencial y esquivar un enorme panegírico de campaña, repetido del año anterior y ampliado con nuevas odas al éxito del modelo. El canto de la sirena tiene el embrujo de la verosimilitud, ofrece lo que muchos quieren oír, aunque conduce al naufragio final contra la restinga de la realidad.

La perla saliente de un rosario importante, lo constituyó la amenaza sobre el Poder Judicial, el último escollo institucional que se opone a la voluntad absoluta de la presidente. Porque la propuesta de democratizar la justicia mediante el voto popular de los jueces del Consejo de la Magistratura esconde el verdadero objetivo: destruir la actual composición de la Corte, acusada de oligarca, incluso por uno de sus miembros más conspicuos. Una Corte que no ha sido dócil a los deseos de Ejecutivo y que ejerce el control de constitucionalidad de las leyes.

El peronismo cristinista cree en una democracia de las mayorías - el equivalente a la ley del más fuerte - ante las cuales todo debe doblegarse. En esta clave, cualquier control es inadmisible y responde a intereses oligárquicos. Las medidas cautelares, los fallos adversos y las investigaciones de funcionarios, como en el caso del vice presidente Boudou, son irritantes del poder. Pero ese poder, que removió al procurador Esteban Riggi y al juez que intervenía en el caso Ciccone, y que tiene en determinados magistrados federales una protección contra los escándalos, puede manejar todos los estamentos judiciales. Lo que queda fuera de su alcance es la Corte Suprema, aquella buena obra de Néstor Kirchner.

En el canto, la justicia se ha equiparado a "las corporaciones" que el gobierno combate. Curiosamente, esas corporaciones con las que Néstor Kirchner anudó buenas relaciones son ahora el blanco de su ex esposa. Repasemos: el pacto con la corporación sindical Moyano/Kirchner; con Daniel Hadad y algunos medios a los que el gobierno se está fagocitando de la mano del multipropósito Cristóbal López; con algunos empresarios tildados de "traidores" o "compra dólares"; con intendentes bonaerenses a los que "La Cámpora" tiende un cerco y con una Corte que ahora debe convertirse en un séquito aprobador como tenía Carlos Menem.

El discurso deja tres cosas en claro: los temas importantes como la inflación, la brecha cambiaria; la educación, el paro docente - al que este año no le dedicó ni siquiera una diatriba - el problema energético y de transporte, el narcotráfico, la inseguridad y las relaciones con los países vecinos, dejaron paso a la loa, al auto bombo y a los consabidos dardos. Obviamente, continúa fijando temas de agenda que ofician de cortinas de humo, ante una oposición que tiene su espacio de acción cada vez más acotado, al margen de sus propios desaciertos.

En el horizonte, cualquier dislate legislativo podrá iniciar la transformación del Poder Judicial, dado el carácter mayoritario de diputados y senadores, tal como lo demostró la aprobación del Tratado con Irán. Tanto los asuntos internacionales como los institucionales no disparan gran interés en el grueso de la población, que mientras mantenga un nivel de consumo aceptable, continuará cada vez más impávida antes estos temas.



Esos bonistas...

Luego de la audiencia de la semana pasada, donde la Cámara de Apelaciones de Nueva York le pidiera al gobierno que presente una propuesta de pago a los fondos buitre, el economista Daniel Marx hizo un análisis sobre el escenario posible. El primer paso consiste en que la Argentina exponga claramente la propuesta de pagos, su fundamentación y lógica y, el segundo, que la Corte tome una decisión. Tampoco desestima un paso intermedio, en el que "la Corte pida a los litigantes que respondan, aunque, para obviar esto último, podría llegar a decir que estos ya dieron a conocer su posición".

Para Marx, la defensa del gobierno tuvo una mala estrategia al centrarse en la inmunidad soberana para evitar el embargo. "Resulta que la argumentación presentada por los abogados de Argentina puso particular énfasis en la argumentación de inmunidad soberana - y no suficiente en la propuesta de pago-. Asimismo, no objetó, en su momento, el monto reclamado por los demandantes".

En definitiva, la reapertura del canje del total de la deuda en default le costaría al gobierno unos 4900 millones de dólares, si se mantienen las mismas condiciones que se ofrecieron en el 2010. La cifra representa una quita del 56,5% respecto a los U$S11.177 millones que actualmente están impagos en manos de los bonistas. El cálculo incluye no solamente la deuda que ahora está en litigio en Nueva York (unos U$S1.330 millones), sino a todos los bonistas que no aceptaron las quitas en su momento.

El canje de deuda de 2005 y 2010 permitió una importante quita sobre el monto adeudado, extender sus plazos de pago, bajar la tasa de interés promedio, e incluso convertir una parte a moneda nacional. El pago de intereses de la deuda pública se redujo de casi 4% del PBI, a menos de 2% del PBI. Pese a lo favorable que fueron para la economía Argentina los canjes de deuda de 2005 y 2010, llamativamente el gobierno nunca - hasta el fallo del juez Griessa corroborado por la Cámara de Apelaciones de New York que el gobierno - ofreció los mismos términos del canje como solución al conflicto por la deuda en default.

En tanto se soluciona el problema de los bonos, las acciones económicas del gobierno son pocas ante los problemas que comienzan a tener seriedad estructural. Tampoco hubo anuncios en el discurso del 1 de marzo ¿Se estará gestando algún paquete ideologizado en oportunidad del año electoral?



El tratado con Irán

Luego de la aprobación del Poder Legislativo argentino, en una sesión de la cámara baja que mostró un oficialismo cebado al punto de hacer renunciar a dos ministros provinciales para que reasumieran temporariamente sus bancas, el tratado se encuentra en Irán para que su parlamento lo ratifique, a su vez. Sigue sin disiparse la bruma sobre los motivos reales que llevaron al cristinismo a esta acción diplomática de alto riesgo y baja probabilidad de éxito.

Algunos ven en esta maniobra un "acompañamiento" de un giro en las relaciones de los EE.UU. con Irán. Sin embargo, el congreso norteamericano se ha expresado recientemente acerca del peligro que representa la Guardia Revolucionaria Islámica (GRI), cuyos oficiales están trabajando en conjunto con Hezbollah, grupo terrorista esponsoreado por el Estado iraní.

Según el Departamento de Defensa la GRI ha jugado un rol significativo en todos los ataques terroristas de los últimos veinte años, incluido el atentado de 1994 a la AMIA y registra actividad de Hezbollah en la Triple Frontera. En la década de los noventa irán a aumentado en forma significativa sus misiones diplomáticas iraníes en Venezuela, Bolivia, Nicaragua, Ecuador, Argentina y Brasil. Ha construido 17 centros culturales en América Latina y mantiene once embajadas de las cinco que tenía en el 2005, en la región.

El mismo documento del congreso revela un aumento de la actividad ilegal ligada al tráfico de drogas, piratería y lavado de dinero, todos utilizados como formas de financiamiento de actividades terroristas. Por otra parte, Bolivia, Cuba, Ecuador, Nicaragua, y Venezuela han expresado su intención de ayudar a Irán a evadir sanciones por sus actividades nucleares, anunciando en una conferencia de prensa realizada en Teherán (2010) su determinación a "continuar y expandir sus lazos económicos con Irán, con la convicción de que Irán puede dar una fuerte respuesta a las amenazas y sanciones impuestas por Occidente y el imperialismo".

Mientras la política internacional se mueve en estos parámetros, el canciller Héctor Timerman, mandado por la presidente, ha pergeñado durante dos años un tratado con el régimen totalitario de Irán y sometido al Congreso a otro maltrato para arrancarle la ley que el mismo canciller ha declarado tenerle poca fe.