Las cartas del abuelo Pascasio IX

Muy querida nieta Cristina:


 Por la presente te voy a plantear un tema que si bien no es urgente tampoco corresponde que permanezca eternamente en el olvido. Creemos acá arriba que en un futuro no muy lejano tenés que considerar el hacer que los emigrantes gallegos sean más argentinos al reconocerle sus exteriores señas de identidad. Enseguida te explico sobre el particular. En las últimas semanas intervinieron en las sesiones de la agrupación "Cristina da Fonsagrada" varios compañeros que manifestaron la necesidad de proceder a la revisión y corrección de ciertos apellidos de indudable origen gallego que forman parte de la historia argentina.


Te preguntarás de qué estoy hablando. No te preocupés, el abuelo todavía mantiene activas algunas neuronas. Entendemos que gobernar es complicado y que una cantidad de problemas urgentes esperan solución antes de finalizar la legislatura. Nuestra reivindicación es muy seria y está perfectamente documentada. No pensés que somos unos viejos ociosos que nos acordamos de las faltas de ortografía al no tener que madrugar para ir al laburo. No es cuestión de una u otra letra en un apellido. Estamos hablando de la identidad de la nación gallega y por lo tanto de la sangre de nuestra familia.


En las intervenciones de los compañeros y compañeras salieron a la palestra una cantidad de apellidos gallegos que los escribientes hicieron bolsa en los registros. Es normal que haya muchos errores al ser miles los que desembarcaron en el muelle de Buenos Aires. Te voy a mencionar algunos apellidos gallegos de conocidas personalidades que se deben escribir correctamente.


Nos conformamos, Cristina, con ir dando pasitos en la línea de modificar legalmente el apellido trucho por el que corresponde de acuerdo a su procedencia etimológica o toponímica. Antes de promulgar una ley te recomendamos una amplia información a la ciudadanía para que no piensen que es un capricho de mi nieta que ahora quiere ser más "gayega" que nadie.


 El primer paso es arreglar la cagada que se hizo con el apellido paterno del primer presidente argentino. La histórica ciudad gallega que surgió a orillas del río Avia se llama Ribadavia. Si nos paramos un poquito enseguida descubrimos que el apellido de don Bernardino se formó a partir de un nombre de lugar [topónimo] que está bien clarito significa "a orillas del río Avia". En documentos del siglo XII denominan como Rippa Avie al acreditado centro productor del famoso vino "Ribeiro". Dicen que lo bebían los emperadores romanos pero lo que está comprobado es que nunca faltó una buena cunca [taza] cuando se bailaba la ribeirá, danza típica de la comarca.


Te estamos acercando información de Galicia para que guardes en tu archivo personal. Sabemos que tenés a tu servicio a la asesoría letrada que se encargará de analizar  los aspectos jurídicos de la nueva normativa que se establezca. Nosotros, los abuelos, tenemos un deber contigo al ser parte de nuestra familia. El apellido Alem no existe. Es una creación que oculta el auténtico apellido gallego del fundador de la Unión Cívica Radical, Leandro Antonio Alén Ponce. El advervio alén [en latín: ad illinc=de allá] es de uso habitual en el idioma gallego para decir que alguien o algo está "al otro lado" o "en la parte de allá".


 Bueno, querida nieta, esperamos no romperte mucho el mate. Pensá que se mire por donde se mire, siempre es positivo el corregir errores del pasado. La nueva Argentina que estás impulsando deberá dirigir un potente foco de luz sobre la identidad cultural de los emigrantes para disipar las sombras que oscurecen el camino del futuro.


Me despido. Recibí el más gallego de los abrazos del abuelo que no te olvida.

 Pascasio Fernández Gómez