El deporte argentino antes de los juegos de Londres
miércoles 25 de abril de 2012, 02:32h
La proximidad de los Juegos Olímpicos de Londres produce el
efecto mediático tantas veces repetido. Las preguntas se multiplican: ¿cuántos
deportistas clasificarán finalmente? ¿Quiénes tienen más chances? ¿Cómo se los
asiste? ¿Cuántas medallas se obtendrán? ¿Mejoraremos en deporte?
Estas preguntas más o menos lógicas vuelven a repetirse,
pero una de ellas resulta ambigua. ¿Qué es mejorar nuestro deporte?
Desde los Juegos de Atenas 2004 y pasando por Beijing 2008,
nuestro país tuvo su mejor actuación en 60 años, igualando con doce medallas
los ciclos Londres 1948-Helsinki 1952, lo cual se presenta como un activo
concreto.
Sin embargo, la ambigüedad de la sola valoración de una
gestión por el conteo de medallas olímpicas y la ubicación en los medalleros
pueden inducir al analista imparcial o sesgado a pensar que por ejemplo estamos
por arriba de Noruega y Dinamarca, países con una organización del deporte
social ejemplar, o por detrás de Etiopía y Kenia pauperizados y en retroceso en cuanto a la
participación masiva de su población en deporte, pero eficientes en sus
desempeños olímpicos.
La respuesta de esta gestión de la Secretaría de Deporte
resulta clara, lógica y mensurable, muy por demás de la mera visión del
medallero. Desde 2003, el crecimiento del Deporte Social a través de los
recuperados Juegos Evita y de diversos Juegos Regionales permitieron
multiplicar por diez la cantidad de niños y jóvenes incluidos en actividades
deportivas. Se espera en 2012 que alrededor de 1.500.000 chicos tomen parte en
las diversas instancias de esos Juegos masivos durante todo el año.
La Escuela Media con orientación deportiva que funciona en
el CENARD fue otro hito fundamental que en poco más de cinco años de actividad
ya proveyó de campeones argentinos y sudamericanos, de medallistas
panamericanos y hasta de jóvenes que nos representarán en Londres, además de,
por supuesto, instalar y señalar el camino para la históricamente olvidada
ecuación estudio-deporte.
La creación del ENARD por ley nacional hace dos años
significó otra importante herramienta para que el Estado vea complementado su
accionar en el alto rendimiento con cada vez mayor profundidad.
Volviendo a las preguntas del inicio y atendiendo a la más
difícil y más ambigua de ellas acerca de la mejoría en el deporte, se puede
afirmar que al atacar simultáneamente y por primera vez luego de más de medio
siglo las falsas dicotomías que se habían establecido entre Deporte Social y
Deporte de Elite, mediante la creación de oportunidades concretas para incluir
a los antes excluidos en el mundo del deporte y al mismo tiempo proveer a los
deportistas de alto rendimiento de cada vez más posibilidades logísticas,
presupuestarias y científicas, un círculo virtuoso que se completa más allá de
cualquier valoración o interpretación parcial.
Nos preguntamos entonces qué viene ahora y nos respondemos:
seguir incluyendo en el deporte a personas de todas las edades, aumentar la
oferta de disciplinas deportivas ayudando a visualizar actividades y deportes
poco conocidos entre la población y finalmente mejorar la captación y
seguimiento de los más talentosos en su recorrido deportivo, tres acciones que
seguirán impulsando y vertebrando el proceso de cambio en el deporte argentino
Por Osvaldo Arsenio
Director Nacional Técnico Deportivo de la secretaría de
Deportes de la Nación