La presidenta Cristina Fernández, se refirió a la reacción de los sindicatos españoles ante la aprobación de la reforma laboral para cuestionar indirectamente a la mayor central gremial local, con la que mantiene una ríspida relación.
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Qué suertudos que son los empresarios y el Gobierno español, que anuncian rebajas de sueldos, despidos masivos y que los dirigentes gremiales están pensando a futuro alguna huelga general", ironizó la mandataria durante un acto en la sede del Gobierno.
La reforma laboral aprobada por decreto ley el pasado viernes "a
bre la puerta a una rebaja general de los sueldos" y "las organizaciones gremiales, pese a ello, evitaron convocar a la huelga general y lo dejaron como un recurso a futuro", señaló la jefa de Estado.
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Acá lo conocemos con otra forma. Le quitan parte del sueldo al sector publico y los jubilados, como pasó en (la severa crisis de) 2001", comparó
Fernández, quien dijo que su Gobierno sigue con "
un programa de crecimiento".Las declaraciones de la mandataria se producen en un contexto de distanciamiento entre el Gobierno y el líder de la Confederación General del Trabajo (CGT) de Argentina,
Hugo Moyano, quien acusó recientemente al Ejecutivo de querer limitar los reclamos salariales a los sindicatos, que se aprestan a iniciar negociaciones paritarias.
Moyano, quien hasta hace meses atrás era un férreo aliado de Fernández, no descartó incluso huelgas o medidas de protesta para el futuro "si las cosas no funcionan".
La reforma laboral de España era una de las principales exigencias de la patronal española y una recomendación de las instituciones europeas e internacionales que consideran el mercado laboral español demasiado rígido
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No quiero un país de fantasía, sino esta Argentina real que estamos viviendo", dijo Cristina