Llega a Vélez-Málaga el cadáver de la turista asesinada en Colombia

El cadáver de Irene Cortés Lucas, la turista malagueña de 30 años que falleció el pasado 2 de marzo en Barranquilla (Colombia) tras recibir un disparo de un atracador mientras se encontraba en un bar, ha llegado este lunes a Vélez-Málaga (Málaga), municipio en el que residía, donde sus familiares han empezado a velarla.    El féretro con los restos mortales de la joven ha llegado alrededor de las 13.00 horas al tanatorio La Esperanza, situado junto al cementerio municipal, adonde han empezado a acercarse numerosos amigos y conocidos de la fallecida para mostrar sus condolencias a sus familiares.    La familia de la joven ha vuelto a mostrar su pesar por su muerte, y ha lamentado que los trámites de repatriación del cuerpo "no se hayan abreviado", lo que ha originado que la llegada del cadáver a Vélez-Málaga se haya producido finalmente 12 días después del asesinato.    Entre los familiares presentes en el velatorio no se encuentra el marido de Irene, Farid Llinás, a quien la familia ha acusado de estar detrás del crimen. Llinás, que denunció haber recibido amenazas de los familiares, anunció inicialmente que iba a viajar a España acompañando el cadáver de su mujer, pero finalmente no lo ha hecho.    La ausencia de Llinás ha acrecentado las sospechas de los familiares, según ha señalado a los periodistas Pedro Lucas, tío de Irene, para quien el hecho de que el marido no haya viajado junto a su esposa "demuestra un poco más las sospechas que ya teníamos, que ahora se refuerzan".    "Ya dije, al otro día de ocurrir los hechos, que el marido no vendría, y de hecho aquí no está", ha manifestado Lucas, para quien si Llinás no ha viajado a Vélez-Málaga "es porque algo hay, porque a mí me matan a mi mujer allí y vengo".    De hecho, el tío de la joven ha indicado que si Llinás hubiera viajado junto al cadáver de su esposa "hubiésemos pensado de otra manera", y ha asegurado que ningún familiar de la fallecida haya amenazado al marido.    "Aquí nadie le ha amenazado, pero si tiene miedo por algo será", ha afirmado Lucas, que ha insistido en que Llinás "no tiene por qué temer nada y, de hecho, aquí está su madre, y a su madre no se le ha dicho nada". "No somos asesinos, somos gitanos pero estamos civilizados", ha recordado.    Irene Cortés llegó a Colombia el pasado 27 de febrero para presenciar el carnaval de Barranquilla y, en la madrugada del 2 de marzo, fue víctima de un atraco mientras se encontraba en un bar de la localidad junto a su marido y unos amigos.    Según la versión oficial, dos delincuentes irrumpieron en el local y uno de ellos disparó en el pecho a la joven, quien murió poco después en un hospital de la ciudad. No obstante, la familia de la víctima sospecha de la implicación en el suceso del marido de Irene, al que incluso ha llegado a acusar de "contratar a un sicario" para matarla.    El marido, Farid Llinás, un colombiano de 34 años que emigró a España en 2001, negó categóricamente tener nada que ver con el asunto y denunció desde su país haber recibido amenazas por parte de los familiares de su mujer, por lo que solicitó protección para poder volver a España.    Cortés, madre de cinco hijos, nació en Granada, aunque residía en Vélez-Málaga, donde también vivía el resto de su familia. La joven regentaba un bar de copas en el núcleo de población de Torre del Mar y, según sus familiares, era la primera vez que viajaba a Colombia.