El proyecto de Presupuesto 2011 fue aprobado en la Legislatura porteña con una serie de cambios activados por las fuerzas de la oposición al texto original propuesto por la administración de Mauricio Macri, que aspiró, sin éxito, a subir impuestos, tomar parte de las ganancias del Banco Ciudad, contraer nueva deuda y dejar fuera del cáculo de gastos potenciales aumentos para el personal de la administración.
El plan de gastos porteño, calculado en 25.400 millones de pesos, contó con 26 votos positivos del bloque PRO y de los legisladores que responden a Francisco De Narváez.
Se opusieron los diputados de Encuentro Popular para la Victoria, Proyecto Sur, Igualdad Social y el MST; mientras que se abstuvieron los legisladores de la Coalición Cívica, el ibarrismo, el Peronismo, Nuevo Encuentro y Encuentro Progresista.
El texto final salió con las concesiones que fueron exigidas por la oposición, que el año pasado no prestó su voto al proyecto y que en esta oportunidad se mostró conforme con los cambios logrados, sobre todo, con la inclusión de fondos para ajuste salariales para los estatales por un total 1.820 millones de pesos.
No obstante, las fuerzas antimacristas ratificaron su rechazo a las propuestas que tenía en su agenda el PRO – y que avisó que las volverá a presentar en la Legislatura- vinculadas con que el Estado porteño se endeude por casi 500 millones de dólares, así como la iniciativa destinada a autorizar al Ejecutivo a tomar parte de las ganancias del Banco de la Ciudad.
Las declinaciones del macrismo fueron confirmadas al inicio de la sesión, cuando el diputado del PRO Alvaro González, presidente de la Comisión de Presupuesto, abrió su discurso diciendo que se iban a incorporar al Presupuesto “la paritaria docente acordada”, y que se iba a “efectuar una previsión para los aumentos del resto de la administración”.
“En la búsqueda de lograr consensos y atendiendo el reclamo planteado por otras fuerzas políticas se presenta un recálculo de recursos tributarios propios incorporando no ya la pauta macro fiscal nacional, sino otra basada en las perspectivas acerca de la evolución de los precios en la Ciudad y del producto bruto geográfico local”, dijo González.
“La ley de leyes debe ser considerada prioridad por un Parlamento serio. Los que votaron en contra deberán explicarles a los trabajadores municipales porque se opusieron al aumento de sus salarios. Un presupuesto le da certeza a los trabajadores, a los proveedores y a los vecinos", indicó, por su parte, el jefe del bloque del PRO, Cristián Ritondo.
Por su parte, el legislador Francisco "Tito" Nenna consideró que "el presupuesto del PRO está hecho a medida del neoliberalismo", al fundamentar su rechazo a la norma y agregó que “no se puede votar un proyecto que destina a la educación un porcentaje por debajo del que invierten distritos con menor producto bruto".
“No es el presupuesto que nosotros hubiésemos escrito. Nos parece que aún corrigiendo las cuestiones más gruesas, no nos alcanza para poder votarlo positivamente, pero nos alcanza para poder decir que la ciudad va a tener su presupuesto”, dijo el presidente del bloque de la Coalición Cívica, Fernando Sánchez.
La diputada María Elena Naddeo, de Diálogo por Buenos Aires, consideró que “en lo estructural sigue siendo un presupuesto sin perfil social inclusivo"
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