Casa del Lago exhibirá instalación interactiva

Como parte del programa de participación lúdica y contemplativa que enlaza a la escultura con el paisaje, a partir del 26 de enero se exhibirá la instalación interactiva 'Pequeños poemas sucediendo/Small poems are happening', en los jardines de Casa de Lago.

Esta composición tiene como base al pentagrama musical, para dar forma a cinco funciones interactivas, cuya combinación hace referencia a las siete notas musicales. Las configuraciones varían de acuerdo a la participación de cada usuario, como si fueran una composición en el tiempo, o signos sobre una partitura.

Tales registros sensibles conllevan experiencias poéticas, que pueden desatar viejos recuerdos de la infancia, además de inducir a nuevas formas del juego desinteresado, la reflexión y el ocio.

En este sentido, las relaciones entre los colores y las superficies reflejantes, con los movimientos de las formas, sus ritmos y la combinación de sus usos, permiten que esta obra se configure de modo distinto en las asociaciones particulares de los usuarios y su imaginación.

'Pequeños poemas sucediendo/Small poems are happening' es una instalación interactiva en sitio especifico para los jardines de Casa del Lago, que pretende crear conexiones entre el paisaje y la obra, así como despertar sensaciones en los visitantes, a partir de la experiencia, el juego y la contemplación.

Es una correspondencia entre el lenguaje musical y el lenguaje escultórico, una metáfora de la armonía, relacionada con la escultura y la temporalidad.

La instalación, que podrá ser visitada hasta marzo próximo, tiene cualidades reflejantes que funcionan a manera de silencios, combinados con elementos de color y forma en relación con el paisaje.

La composición está determinada por los eventos y el movimiento de las formas mediante la interacción y el tiempo. Es una obra en constante transformación por los visitantes, que puntualiza la subjetividad del tiempo.

Los elementos que la constituyen tienen referencias al pentagrama: siete notas musicales y el silencio, y está conformada por esculturas que tienen diferentes funciones: Una de ellas puede ser montada y tiene la capacidad de girar 360 grados.

Otra es un pasamanos que interactúa con los árboles y varía sus dimensiones y trayectoria en relación con su recorrido por el jardín.

La tercera son dos columpios que penden del pasamanos. La obra funciona como un espejo en correspondencia con el paisaje, haciendo referencia a los jardines románticos diseñados para el paseo, el gozo y la diversión.

Las esculturas están determinados por las funciones de las formas: una silla individual para leer, contemplar, descansar; un columpio individual, banca para dos personas; bebedero para pájaros y balancín.

Gabriela Galván nació en la Ciudad de México en 1974, pero vive y trabaja en Nueva York. Su práctica artística ha incluido el uso del dibujo, la escultura, la instalación, el performance, el video y el diseño, para construir piezas a veces diminutas que se han convertido en elaboradas intervenciones espaciales.

Licenciada por la Escuela Nacional de Pintura Escultura y Grabado "La Esmeralda" (ENPEG) , en el Centro Nacional de las Artes, CENART y cuenta con diversos estudios en la Ciudad de México.

Ha expuesto de manera individual en: Contagious Happiness & Somehting about me, Lamp Harajuku and Mexico, Chido Window Gallery, Osaka, Japón; Snack-Sized Bites of the Universe, H.P. France Bijoux Window Gallery, Tokio, Japón (2010) ; Melodic shower. Gabriela Galván.

On Gallery/ Poznañ Art Biennale, Polonia (2008) y Simple Magic; Haydeé Rovirosa Gallery; entre otras.

Ha sido reconocida con residencia artística internacional en The: artist: network of New York, La Fundación Colección Jumex; el International Studio and Curatorial Program of New York, ISCP/ FONCA, México (2006) ; Proyecto seleccionado para Intervenciones, así como el Centro Nacional de las Artes (2004) ; por mencionar algunos.