El aparato pepero está tranquilo: las encuestas le dan al PP una victoria abrumadora en las elecciones municipales y autonómicas de mayo, con conquista, incluso, de feudos tradicionalmente socialistas -como Castilla-La Mancha y Extremadura-, lo que les hace ir de sobrados y de ningunear (sic) la rabieta escisionista de Álvarez-Cascos.
Pero Rajoy, además, tiene un plan, aunque no es un plan muy oculto: atacar y contraatacar (todo a la vez) con tres grandes Convenciones de partido para mayor gloria suya.
La primera será los próximos días 14 y 15 de enero -es decir, el siguiente fin de semana- y se celebrará en el feudo de Zapatero, León. Se trata de una reunión de los representantes del PP en el Exterior, y tiene una gran importancia no sólo porque será el primer encuentro de este tipo en la historia del PP, sino porque en estas municipales podrán votar emigrantes con cuyos países hay convenios en tal sentido. Luego, seguirá otra sectorial y preparatoria, desde luego, de los comicios de mayo.
Pero la Convención por naturaleza, la que debe servir para mayor gloria de Rajoy, será en Sevilla los próximos días 21, 22 y 23 de enero, en la que Rajoy presentará sus propuestas para salir de la crisis económica y con la que dará el pistoletazo de salida a la precampaña de las elecciones autonómicas y municipales de mayo.
Este 'modelo' ya fue usado en noviembre de 2009 en Barcelona, con una Convención que, como se recordará, supuso un espaldarazo intrapartidario para Rajoy. Pero ahora se quiere reunir en Sevilla a tres mil personas para que aporten ideas para incorporar al programa popular para las elecciones municipales y autonómicas.
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