Para el Gobierno no hay duda: los controladores están echándole un pulso al Ministerio de Fomento con una 'huelga encubierta'. Ese dato lo demostraría el hecho de que la Inspección ha detectado que un mismo médico, casado con un controlador aéreo, ha firmado varias bajas de controladores para no ir a trabajar. Aducen cuadros de ansiedad, estrés, fatiga y hasta insomnio.
Sin embargo, el caso es que, por término medio y según datos oficiales de Fomento, los controladores trabajan menos horas reales que las que trabajaron, por ejemplo, en 2009. Aunque, eso sí, cobrando menos que entonces, que hacían horas extra a precio de oro. A la Inspección no le cabe duda de que se trata de una 'huelga encubierta' y el ministro de Fomento,
José Blanco, ha decidido coger el toro por los cuernos y no ceder ni un ápice en la rebaja de unos privilegios de los que no disfruta ni la Casa Real.
Antes de la reforma emprendida por el Ministerio y que ha puesto en pie de guerra a la muy especial casta de controladores aéreos, la jornada anual de los mismos era de 1.200 horas anuales, pero, dado que las horas extra se pagan a precio de oro -el triple que el servicio normal-, la media de trabajo real de los controladores fue de 1.800 horas anuales. Con el decreto actual, la jornada anual queda fijada en 1.670 horas, pero a precio 'normal'. Es decir, que trabajan menos, pero también cobran menos.
En las actuales condiciones fijadas por el Ministerio de Fomento, los controladores disfrutan de 45 días de vacaciones, trabajan 36,3 horas semanales en turnos consecutivos de mañana, tarde y noche en ciclos de seis días por turno. Después de cada ciclo libran un día.
Los turnos diarios son de 7 horas en mañana o tarde, pero descansan -dentro de su turno- el 25 % del tiempo. Es decir, que el tiempo real de trabajo por día es de 5,25 horas. Cuando se trata del turno de noche, los controladores tienen que estar presentes 10 horas, pero descansan el 33 % de ese tiempo; es decir, que lo trabajan en realidad 6,6 horas. Y mensualmente tienen como mínimo seis días de descanso.
Según ya contó Diariocrítico (
"El paraíso económico de los controladores aéreos") el problema es que les han quitado las horas extra y, sobre todo, la capacidad de gestión de su propio trabajo, lo que afecta irremediablemente a un sueldo espectacular: un controlador aéreo podía cobrar entre los 360.000 y los 700.000 euros al año. Ahora la media tiende a los 200.000 euros anuales, más de dos veces el sueldo del presidente del Gobierno.
Mañana, segunda parte: "Los privilegios que Fomento quitó a los controladores aéreos"
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