Estados Unidos, que ha instado a Israel a paralizar estos planes para favorecer nuevas negociaciones de paz con los palestinos, entendió este gesto como un acto deliberado y ha dedicado esta semana numerosas críticas en un tono inusualmente duro a su principal aliado en la región.
Por ello, en sus primeros comentarios tras el incidente, Netanyahu ha llamado a la calma antes de lamentar la situación, pero en ningún momento insinuó la posibilidad de aceptar la exigencia de Washington.
"Hemos abierto los periódicos de hoy y hemos visto toda clase de opiniones sobre una crisis con Estados Unidos. Sugieron que no nos dejemos llevar y que nos calmemos", indicó en declaraciones recogidas por los medios israelíes. "Lo que ha sucedido aquí ha sido un desagradable incidente, que ocurrió de manera inocente. Ha sido dañino y, la verdad, no debería haber pasado", agregó.
En declaraciones realizadas antes de la habitual reunión mensual del Consejo de Ministros, Netanyahu informó de la creación de una comisión para "investigar la cadena de acontecimientos y para asegurarse de que se establezcan procedimientos que eviten esta clase de incidentes en un futuro".
Netanyahu, de quien esta semana altos funcionarios de Washington han asegurado que se encuentra en una posición "políticamente peligrosa" por las disensiones internas en su coalición de Gobierno, pidió "compostura" a sus ministros a la hora de hacer anuncios de este tipo, pero se refirió a la cuestión de los 1.600 asentamientos pendientes de construcción en Jerusalén Este en los mismos términos que mantiene desde hace semanas: todas las decisiones se realizará en beneficio de Israel.
"Estados Unidos e Israel tienen intereses conjuntos, pero lo que vamos a hacer será actuar en concordancia con los intereses del Estado de Israel", aseguró.
Ayer, la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, calificó durante una entrevista de "insultante" para Estados Unidos el anuncio realizado por el Gobierno israelí.
Clinton afirmó que la relación de su país con Israel no corre peligro, "pero tenemos que dejar claro a nuestros amigos y colegas israelíes que la solución de los dos Estados, que apoyamos, que el propio primer ministro dice que apoya, requiere medidas de confianza por ambas partes y el anuncio de asentamientos precisamente el día en que el vicepresidente estaba allí fue insultante", declaró Clinton.
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