El Presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, ha dado marcha atrás tras su provocación de proponer un contrato de trabajo para los jóvenes sin indemnización por despido, sin derecho a la prestación por el paro, y con una cuantía económica por debajo del salario mínimo. Desde los sindicatos, desde el Gobierno y desde la inmensa mayoría de los ciudadanos se ha salido en tropel, como tigres, frente a la propuesta, y ahora Díaz Ferrán dice que “el asunto no está sobre la mesa ni lo va a estar”, y que se había limitado a poner “un ejemplo”.
Con esos ejemplos hay que ser muy cuidadosos, y con los cuatro millones y pico de parados hay que ser muy respetuosos. Decía Eugenio d´Ors que “los experimentos se hacen con gaseosa, y no con champán”, algo que parece desconocer el señor Díaz Ferrán. Cuando todos coinciden en la necesidad del diálogo social para hacer frente a la gravísima crisis económica y a la dramática destrucción de empleo, no puede venir el “patrón de patronos” a echar leña al fuego, sugiriendo una situación de esclavitud para los jóvenes parados. Hay situaciones de las que no se puede abusar, en que ni siquiera caben las bromas, porque todo se convierte en humor negro. Por eso Díaz Ferrán se ha visto obligado a apostar ayer por todo lo contrario que anteayer se había dicho desde la organización empresarial; a apostar por “más contratos estables, y con indemnizaciones, en caso de ruptura, similares a las del resto de Europa”... ¿cuál es el verdadero Días Ferrán: el de ayer, o el de anteayer…?
Hay personas que, antes de hablar o de anunciar “ocurrencias”, se lo deberían pensar dos o tres veces, porque no está el monte para chispas ni está el horno crematorio para bollos.
“Contratos diseñados por el monstruo de Frankenstéin”, “terrorismo empresarial”, “contratos que no son basura sino sencillamente excrementos”, “la propuesta de la CEOE merece ser sepultada bajo mil toneladas de piedras”, “no queremos relaciones laborales propias de la Edad Media”, son algunas de las “perlas” que se escucharon ayer sobre la sugerencia (lo vamos a dejar en sugerencia por no enturbiar más las aguas…) del señor Díaz Ferrán.
Y, mientras tanto, el diálogo que no avanza, las colas del INEM que se alargan, la desesperanza que trepa como una enredadera venenosa… Y, en fin, otro dato: ayer el Instituto de Estudios Económicos denunciaba que España es el país europeo donde más largos y complicados son los trámites para abrir un negocio. Por término medio, 47 días, mientras que en Austria se pone a funcionar una empresa de un día para otro. Diez trámites diferentes en España para crear una empresa, y en el resto de Europa se reducen a tres o cuatro. Hay más facilidades para echar la persiana que para abrir el quiosco…Pero de eso no hablan desde la patronal, sino de abaratar los despidos. No me digan, amigos, que no estamos ante algo sospechoso. Sospechoso y lamentable.
Si (
No(
