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Al inicio de una visita a Israel y los territorios palestinos, el papa Benedicto XVI prometió el lunes recordar el sufrimiento de los seis millones de judíos asesinados durante el Holocausto y luchar contra el antisemitismo, en un gesto para tratar de reparar las relaciones con los judíos.
Momentos antes, sin embargo, el pontífice se pronunció a su arribo a Tel Aviv en favor del establecimiento de un estado palestino, lo que amenazaba con colocarle en desacuerdo con sus anfitriones.
Benedicto XVI está usando el viaje a Tierra Santa para extender una mano tanto a judíos como musulmanes. El Papa pasó tres días en Jordania antes de viajar a Israel.
"Durante mi estadía en Israel voy a tener la oportunidad de honrar la memoria de los seis millones de judíos víctimas de la shoah (Holocausto) y orar porque la humanidad no vea jamás un crimen de tal magnitud", dijo el prelado en la ceremonia de bienvenida en el aeropuerto internacional de Tel Aviv. Más tarde, el pontífice depositó una ofrenda floral en el monumento nacional en memoria de las víctimas del Holocausto, Yad Vashem.
Benedicto XVI pidió además la creación de un estado palestino independiente, una posición que pudiera causar fricciones con sus anfitriones. En sus primeros comentarios públicos tras su arribo, Benedicto XVI llamó a israelíes y palestinos a "explorar toda forma posible" para resolver sus diferencias.
"Las esperanzas de numerosos hombres, mujeres y niños para un futuro más seguro y estable dependen del resultado de las negociaciones de paz", dijo el Papa.
"Junto con personas de buena voluntad e todo el mundo, yo les pido a todos aquellos responsables que exploren todas las vías posibles en busca de una solución justa a las dificultades, para que ambos pueblos puedan vivir en paz en sus propia patria, con fronteras seguras y reconocidas internacionalmente".
Aunque Benedicto XVI ha hablado previamente en favor de un estado palestino, el momento y lugar de sus comentarios son notables.
El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, que estaba en la audiencia, se ha negado a apoyar una solución de dos estados. Sin embargo, se espera que se vea bajo presiones para hacerlo cuando visite Washington la semana próxima.
Netanyahu no habló en la ceremonia y seguidamente voló a Egipto para conversar sobre asuntos regionales con el presidente egipcio, Hosni Mubarak.
El canciller israelí Yigal Palmor restó importancia a los comentarios del Papa, diciendo que él estaba expresando una posición defendida desde hace tiempo por Estados Unidos y Europa.
"En cualquier caso, analizar ese asunto no es el propósito de la visita.
El presidente Shimon Peres estuvo presidente también en la bienvenida.
Durante su visita de cinco días, el Papa visitará el monumento nacional del Holocausto y algunos de los sitios sagrados de Israel y de los territorios palestinos.
La visita ha generado una gran controversia en Israel porque cuando fue adolescente, el ahora máximo jerarca de la iglesia católica pasó algún tiempo en los campos de la Juventud Hitleriana. Benedicto XVI ha dicho que fue obligado a hacerlo.
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