Bisigniani recalcó que el aumento de la preocupación sobre la gripe porcina "puede tener un impacto significativo sobre el tráfico", aunque destacó que en estos momentos, la seguridad "es la mayor prioridad" para el organismo.
"La IATA está trabajando en estrecha colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS) para asegurar una respuesta eficiente de la industria del transporte aéreo al reto que representa la gripe porcina", destacó Bisigniani.
El responsable aclaró que aunque aún es "demasiado pronto" para juzgar el impacto que puede tener la gripe porcina en el sector aéreo, es seguro que "cualquier cosa que afecte a la confianza de los pasajeros tendrá un impacto negativo en el negocio".
Además de la gripe porcina, Bisignani comentó que las líneas aéreas se enfrentan a muchos retos, como el descenso de la confianza del consumidor y el elevado endeudamiento de los hogares.
El responsable de la IATA pidió a los Gobiernos una mejora del marco fiscal para las aerolíneas y lamentó que el Ejecutivo británico siga con sus planes de incrementar el impuesto sobre los pasajeros aéreos británicos (Air Passenger Duty), en medio de esta crisis económica.