La presidenta Cristina Fernández de Kirchner recibió este viernes tarde un llamado telefónico del mandatario de los Estados Unidos, Barack Obama, con quien estuvo de acuerdo en que lo principal es proteger la fuente de trabajo, informaron fuentes oficiales.
En ese sentido Cristina "le contó a Obama lo que había pasado en 2001 y como había salido de la crisis: aumentando la producción y el consumo, y que el Estado fue clave en la protección social de los ciudadanos, sobre todo en los más pobres", añadieron las fuentes.
Además ambos mandatarios estuvieron de acuerdo "en mantener alto los niveles de consumo de la población para generar producción de bienes y estimular la actividad económica".
Las fuentes indicaron que Obama agradeció a Cristina "el papel de la Argentina en la lucha contra el terrorismo internacional y la atención que presta la Argentina a la situación en la Triple Frontera y la participación de la misión permanente en Haití".
Y quedaron en aportar y coordinar esfuerzos a la cumbre del G-20, que se realizará el 2 y 3 de abril próximo en Londres. El diálogo se extendió por cerca de 30 minutos y se realizó este viernes por la tarde, poco después de que Cristina encabezara un acto en la ciudad chubutense de Trelew.
Obama agradeció este viernes a Cristina "por el liderazgo regional de la Argentina para combatir el terrorismo y por su esfuerzo por buscar estabilidad y prosperidad en Haití", informó un vocero de la embajada.
En la charla que ambos mandatarios mantuvieron telefónicamente este viernes por la tarde se trató el objetivo de "profundizar la relación bilateral y trabajar conjuntamente para avanzar en objetivo mutuos", dijo a Télam la agregada de prensa de la embajada de Estados Unidos en Buenos Aires, Mara Tekach.
Además Cristina y Obama analizaron que en la próxima Cumbre del G-20 "buscarán avanzar en cómo resolver la crisis global financiera y restaurar el crecimiento económico", indicó Tekach.
El mandatario estadounidense "anticipa además un trabajo con la Argentina en la Cumbre de las Américas", que se llevará a cabo del 17 al 19 de abril en Trinidad y Tobago, "con enfoque en la agenda en común y positiva", concluyó Tekach.
En la Cumbre del G-20 Cristina planteará la reformulación de los organismos multilaterales de crédito, como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y Banco Mundial (BM).
"En un momento tan especial que vive el mundo, donde han caído paradigmas, obliga a países que compartimos objetivos e identidades en el G-20 a compromisos que fueron asumidos en la reunión de Washington de reformulación de los organismos multilaterales de crédito", había dicho al respecto la Presidenta el 9 de febrero pasado en Madrid, en oportunidad de un encuentro con su par español José Luis Rodríguez Zapatero.
"La próxima reunión del G-20 debe contarnos con posiciones acordadas en cuanto a los modelos que vamos a proponer para que no caiga en un ’reunionismo’ y esperamos que este encuentro no sea un mero ejercicio discursivo", había agregado.
Ese mismo día Cristina había recibido una carta enviada por Obama en la que éste le señala que ambos tienen "por delante una variedad de desafíos" para "enfrentar juntos", además de señalar que "tenemos oportunidades sumamente importantes que, de ser encaradas con eficacia, pueden hacer prosperar los objetivos de nuestra alianza".
Esta es la segunda ocasión en que Cristina y Obama dialogaron telefónicamente, luego de que el 18 de noviembre el mandatario estadounidense llamara a la Presidenta cuando ésta se encontraba en el Palacio Presidencial El Cártago de Túnez, en oportunidad de una gira que realizó por el Magreb, días después de que Cristina le enviara una carta felicitándolo por su triunfo electoral.
"Fue una charla muy importante"
La Presidenta habló con un periodista en Chubut, y fue consultada por su conversación con Obama.
- ¿Cómo fue el contenido de la charla con Barack Obama?
- La verdad que fue una charla muy importante, casi media hora estuvimos intercambiando opiniones sobre las dos Cumbres, tanto la del G-20, como la que va a tener lugar en Trinidad Tobago, como Cumbre de las Américas, realmente mucha coincidencia en cuanto a la necesidad de establecer una cooperación y una articulación en todo lo que hace a financiamiento internacional, pero yo planteé la necesidad tambièn – y él coincidió totalmente conmigo – en la necesidad de restablecer la demanda global, porque tenemos un problema grave: la gente que ha perdido el trabajo, la destrucción de los puestos de trabajo, él que conserva el trabajo tiene miedo a perderlo y por lo tanto baja las expectativas del consumo, gente que pierde sus viviendas por ejecuciones hipotecarias. Todo eso hace una contracción absoluta de la demanda, que es lo que mueve el consumo, y el consumo es el capitalismo, en definitiva.
Yo le planteé que veía demasiado fondeo de bancos, que no tenían resultado concreto en restablecer el nivel de consumo de la sociedad, que además tiene un alto nivel de endeudamiento, con lo cual le planteé la necesidad de diseñar instrumentos, primero que puedan restablecer la confianza de la gente en que no va a perder el empleo; en segundo término el tema del endeudamiento para poder seguir consumiendo y también la necesidad – le planteé concretamente el caso emblemático de General Motors – uno escucha decir que por ahí General Motors no debería ser salvada, dicen algunos economistas tradicionales, porque es obsoleta, en cuanto a la materia de tecnológica, pero le di el ejemplo de alguien que está en medio del océano, le tiran un salvavidas y dice: “no, no lo voy a usar porque en realidad no es de última generación o obsoleta la tecnología”, una ridiculez en realidad.
Lo que yo creo que hay que hacer es no solamente fondear a los bancos, sino también sostener a las empresas para que las empresas puedan sostener el empleo y de esta manera restablecer el tema del consumo, él coincidió absolutamente conmigo.
Le di el ejemplo de lo que había pasado, en el año 2001, en la Argentina cuando uno ve en Estados Unidos, que se ejecutan hipotecas por millones y la gente termina viviendo en carpas dice esa persona ya no consume más. Bueno, coincidimos en todo esto, también planteamos la necesidad de la reformulación de los organismos multilaterales de créditos. Él concretamente planteó una mayor participación de las economías emergentes en este sentido y que tenía mucho interés en trabajar junto a nosotros. Además reconoció el rol que tiene la Argentina, nos agradeció, fundamentalmente, el rol que tiene en materia de lucha antiterrorista en lo que sea financiamiento del terrorismo. Bueno, en encontrarnos en ambas Cumbres...
-¿Políticas comunes son posibles entre la Argentina...?
- Sí, claro. Me parece que está muy comprometido obviamente...Yo le planteé también la necesidad y lo importante que es el restablecimiento desde la economía norteamericana. Primero, en la medida que es moneda de reserva el dólar incontrovertible y, fundamentalmente, el hecho de que 300 millones de personas constituyen el 25 por ciento del PBI. Con lo cual, son muy importantes además los instrumentos que se diseñen. Porque, a ver, es como que todos estamos de acuerdo con los grandes lineamientos, con los grandes enunciados pero a mí me parece que lo que está faltando son instrumentos concretos que produzcan resultados concretos.
- ¿Le sorprendió, Presidenta, la llamada?
-No, no me sorprendió la llamada, me agradó la llamada. Me agradó la llamada porque, además, también es coincidente con declaraciones que hizo el Foreign Office hace pocos días donde le asignó a la República Argentina, no a la Presidenta, sino a la República Argentina, esto es lo importante, a nuestro país, a la Argentina, un rol preponderante dentro de las economías emergentes en la resolución de ese conflicto global. Tal vez sea un poco la experiencia que hemos tenido nosotros en el año 2001, tal vez ahora se repare más en la recuperación que tuvo la Argentina luego de que se quebrantara todo su sistema financiero e, inclusive, su sistema institucional. Esta es otra de las cosas que le planteé también al presidente Obama que, si se profundiza y prolonga la crisis económica, eso va a traer consecuencias, no solamente económicas, sino y fundamentalmente, en el sistema político mundial y esto sí es algo que debe preocuparnos.
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