red.diariocritico.com
¿Viejos e incapaces?

¿Viejos e incapaces?

Algunos han trabajado tanto, que sienten y dicen que han trabajado "toda la vida"… y lo siguen haciendo por necesidad propia, o por necesidad ajena, a pesar de los años que llevan a cuestas. Es curiosa la concepción que la sociedad y sus dirigentes tienen en distintos momentos sobre los hombres y su desarrollo. Hace algunos años, en un país europeo había una cuña de televisión muy interesante que presentaba las distintas etapas de la vida humana, y hacía notar que un bebé todavía no podía comer, pero sabía mamar; y más tarde no sabía caminar, pero ya podía gatear. Luego no podía hablar, pero sabía gritar; posteriormente le era imposible leer, pero trataba de pintar. Años más tarde no le era posible trabajar, pero empezó a estudiar... y cuando salió al mundo, y en realidad trabajó, le faltaba experiencia. Cuando en la madurez ya tuvo experiencia... no había alcanzado sabiduría.

Y la reflexión terminaba señalando que los viejos han pasado por todo eso, y cada uno, a su manera, ya tiene sabiduría, y entonces ¿por qué los abandonamos?

Los ecuatorianos tenemos algún tiempo presenciando cómo miles de hombres y mujeres que se han jubilado, padecen, por diversas razones, de graves dificultades para sobrevivir con la deficiente atención que le brindan las casas de salud del Estado y sus instituciones, y con pensiones jubilares que no alcanzan para cubrir sus más elementales necesidades y una vida digna.

Quienes han trabajado en relación de dependencia o tenido afiliaciones voluntarias como trabajadores autónomos, y han aportado parte de su salario o sueldo al sistema previsional general (IESS), o al de las Fuerzas Armadas (Issfa), o al de la Policía Nacional (Isspol), habrán podido acogerse a los beneficios de la jubilación y, consecuentemente, al derecho de recibir su pensión.

Para eso fueron depositando mes tras mes y año tras año su plata y el aporte que, a su nombre, entregó el patrono al respectivo Instituto de Seguridad Social. Así tenemos una primera respuesta a una pregunta eterna. ¡Allí está su plata! Es lo que técnicamente se denomina su "trabajo capitalizado".

Pero inmediatamente nacen otras preguntas e inquietudes. Por ejemplo: ¿Qué hicieron con su plata durante todo el transcurso de su vida? ¿Dónde está el beneficio o la rentabilidad que debió producir? ¿Quién se benefició de su plata y de sus intereses?

Después de tantos años, angustias, promesas y juramentos incumplidos, ahora que reclaman un trato justo, el Gobierno del presidente Correa no solamente que amenaza con reducir la pensión jubilar que antes ofreció mejorar, sino que, además… impulsa un proyecto para impedir que los jubilados vuelvan a trabajar, por considerar que deben dejar libres esos puestos para otros que los necesitan, o será porque, siendo joven, ¿piensa él que los jubilados son… viejos e incapaces ?

[email protected]

Artículo tomado del diario HOY

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
0 comentarios