Se sabe –y eso lo han alegado los defensores del cambio- que quienes viven en el oeste del país se levantan con menos presencia solar que los habitantes del este, debido a que el meridiano 60° está ubicado en el extremo oriental venezolano. Por esta razón, el occidente se ve afectado porque "el cerebro humano está condicionado por la luz del sol". Teoría usada por el ministro Héctor Navarro… Y alegando prioritarias “razones de salud”. Según el funcionario cuando se implementó un nuevo huso horario, en 1965, los venezolanos comenzaron a presentar varias patologías, entre las que destacan: Alteraciones fisiológicas causadas por la desincronización que existe entre la luz solar y el desempeño de las actividades diarias. Según Navarro esto produce menor capacidad de concentración, problemas de aprendizaje, cansancio, irritabilidad, retardo en el crecimiento, alteraciones en los reflejos y trastornos alimenticios. Los síntomas mencionados pueden hacerse más visibles en los niños, quienes conforman el grupo más susceptible a la presencia de la luz solar y a la anticipación del despertar.