"Se hizo una reprogramación de vuelos para flexibilizar la carga horaria en Semana Santa para evitar una demora pesada para los pasajeros", explicó Salas a radio América.
En ese sentido, el dirigente consideró que "es preferible una demora programada y no dejar deambulando a los pasajeros por el aeropuerto".
Sin embargo, Salas aclaró que los despegues desde Aeroparque y Ezeiza "serán con diez minutos de separación y de ocho minutos en los aterrizajes porque seguimos operando en forma manual".
Consultado acerca de la posibilidad de que las aeronaves partan cada cinco minutos, tal como lo sugirió la Fuerza Aérea Argentina, Salas sostuvo que "ese cronograma significa no respetar la profesión de los controladores y menos a los usuarios, que pagan por un servicio".
"Hoy el sistema actual puede soportar 36 aviones por hora y superar esa cantidad sería vulnerar la seguridad", remarcó.
Los retrasos en las operaciones de los vuelos de las estaciones aéreas metropolitanas comenzaron el pasado 1 de marzo, cuando un rayo dañó el radar "Baires" de Ezeiza, que obligó a los controladores a operar con el sistema manual.