De nuevo se recupera una cierta confianza en el proceso de paz, tras el desaliento de los días anteriores: los partidos vascos confían en que el diálogo político se desbloquee en enero. El Gobierno considera el proceso en compás de espera hasta que ETA y Batasuna se descanten. Y se explica que el proceso de paz divide a Batasuna y desgasta el liderazgo de Otegi. El líder abertzale afronta las críticas de muchos de sus compañeros que le reprochan que, desde la tregua, no hayan obtenido nada tangible. Pero el Gobierno vuelve a estar convencido de que ETA no romperá la tregua. El gobierno tiene información que le permite afirmar que ETA no piensa romper ese proceso a corto plazo. Es más, por vez primera en mucho tiempo, Rajoy ofrece su apoyo si no se pacta Navarra y la impunidad de ETA. Mientras el casi abertzale Josefa Azkárraga señala que la situación será muy difícil si Batasuna no puede acudir a las elecciones, porque llevamos ya casi cuatro años sin muertes y a ETA le sería muy difícil explicar a su gente un acto así.
También parece demostración de urnas a la vista el movimiento que acaba de hacer IU y su líder: Llamazares da por rota la relación preferente de IU con el Gobierno. El líder de IU opina que el ejecutivo gira claramente a la derecha y arremete contra el giro al centro del ejecutivo. Llamazares reprocha a Zapatero su giro a la derecha en economía, memoria histórica y relaciones con la historia. Incluso la moderación que se observa en la Cataluña de Montilla y Carod. Carod opina que el uso del catalán se debe despolitizar, y receta moderación y austeridad formal a Ezquerra. Por el contrario, hay tensiones 'preelectorales' entre los socios de la coalición perdedora, CiU: Durán reitera que no volverá a consentir que se le ignore por los convergentes de Mas. Por su parte, se nos asegura que Mariano Rajoy se ve ahora con probabilidades reales de recuperar el gobierno y lanza su alternativa: reivindica a su abuelo galleguista, cuya figura elogia. Y sobre todo, lanza su programa económico, con el que espera dar sensación de solidez de ideas y de equipo en condiciones para reanudar la buena racha de Rato.