Pascual Hernández del Moral. | Viernes 06 de febrero de 2015
La convocatoria de elecciones autonómicas en
Andalucía no crea más movimientos socio-políticos que el ruido que puede hacer
la sensación de los comunistas andaluces de sentirse traicionados por la señora
Susana, el "descoloque" en el que ha encontrado el PP por, dicen, el
desconocimiento de su candidato, y el arrebato que le ha entrado a Podemos porque
le han adelantado los plazos y lo han pillado viendo pasar los barcos, y con la
candidata en la cocina.
No pasa lo mismo en Cataluña. Las elecciones
plebiscitarias convocadas con el tiempo suficiente de cuajar un embarazo (y no
lo digo con segundas, doña Susana) ha sacado a la luz unos movimientos que,
modestamente, creo que necesitan muchas aclaraciones de bastantes autoridades.
Me refiero a la noticia que salió a la luz hace más de dos semanas sobre el "CONTUBERNIO
MASÓNICO", como se diría en otro tiempo, del SALÓN KITTY, en Barcelona. Aunque
la masonería estableció sus reales en la Cádiz de principios del XIX, pronto se
desplazó a las "provincias americanas" adquiriendo, con el nombre de Logia de
los Caballeros Racionales, gran efectividad política.
En el momento de mayor tribulación en toda
España, la peninsular y la transatlántica, tras las abdicaciones de Bayona, con
Carlos IV y "el deseado" Fernando VII, presos en Francia, sin el reconocimiento
de José I como rey en las provincias de ultramar, ante los movimientos de la
infanta Carlota Joaquina, esposa de don Juan VI, para hacerse nombrar Regente
de España mientras durase la "ausencia" del legítimo rey absoluto, la actividad
de los masones fue decisiva para la independencia de América. Masones como
Andrés Bello, Francisco Miranda, Bernardo O´Higgins, Bolívar, San Martín... fueron
los artífices de la independencia de las provincias americanas. Los generales
que tenían encomendada la labor de mantenerlas unidas a la corona, decidieron
perder las batallas antes de darlas. Es lo que históricamente se conoce como "AYACUCHIZACIÓN".
En el "irish coffee" Kitty, propiedad de Sergio
Loughmey, gran amigo de los Pujolines, se reunieron personalidades, en una
reunión que esperaban fuera "discreta", si no "secreta", dos días después de
que Mas convocara las elecciones que se van a celebrar en septiembre. Es cierto
que próceres de la Cataluña oficial se reúnen con cierta frecuencia para
analizar en el Kitty la evolución de los acontecimientos políticos de Cataluña,
con mayor rigor que el que tenían en el Bocaccio de Balmes las reuniones de la "gauche
divine" allá por los sesenta.
Oigo a algún comentarista radiofónico exigir
explicaciones a los políticos sobre las cuestiones más peregrinas. Pero no lo
he oído pedir explicaciones sobré QUÉ HACÍAN ALLÍ personajes tan significativos
como el teniente general Álvarez Espejo, el general de la Guardia Civil Gozalo,
el consejero de la Generalidad Felipe Puig, el fiscal general de Cataluña
Romero de Tejada, que con su reticencia a querellarse contra Mas aceleró la
dimisión de Torres Dulce, empresarios de la cuerda nacionalista, y algún
representante de cada uno de los partidos políticos presentes en Cataluña,
desde Carina Mejías, portavoz adjunta de Ciudadanos, a Enrique Millo, pasando
por Miguel Iceta... o sea, unos personajes de los que podría decirse que
representan "transversalmente" a todo el espectro político, judicial y militar
de Cataluña. Y convocados por Juan Lanaspa
Nada se sabe de lo tratado, aunque se dice que
analizaron la situación que se podría producir en Cataluña si se obtiene la
independencia. Y parece que estaban de acuerdo en que sería nefasta para
Cataluña, en primer lugar, y para España en general esa segregación. De
cualquier manera, poco ha trascendido: parece que los asistentes habían hecho
un pacto de silencio, al estilo de los masones del XIX, que alguien no respetó totalmente. Si los asistentes
políticos pueden negarse a hacer comentarios sobre lo tratado, acogidos al
secreto de sus "agendas particulares" que con su pan se lo coman, las
autoridades superiores de los militares, ya sea el ministro Morenés, ya sea el
del Interior, ya el de Justicia Catalá, DEBERÍAN EXPLICARNOS QUÉ HACÍAN LOS
ALTOS FUNCIONARIOS ASISTENTES EN SEMEJANTE "CONTUBERNIO".
Yo, que soy de natural receloso, me pregunto si
no estarían haciendo lo que los masones "ayacuchos" en las provincias
americanas: rindiéndose a la independencia de Cataluña antes de dar la batalla...
Vaya usted a saber.
Pascual Hernández del Moral.
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