El mayor golpe fue asestado en Burgos, donde sustrajo muestrarios por valor de seis millones que no han sido recuperados
Redacción | Lunes 30 de diciembre de 2013
Agentes de la Guardia Civil y la Policía
Nacional han detenido a once miembros de una red itinerante de
delincuentes sudamericanos especializada en el robo a representantes de
joyería, a los que sustrajeron varios millones de euros en productos, la
mayor parte en Burgos.
La banda se organizaba en dos células, una de ellas dedicada a
robar las joyas y otra a hurtar en entidades bancarias o a clientes que
acababan de reintegrar una cantidad importante de efectivo. Hasta el
momento se han esclarecido once delitos cometidos en diez provincias
españolas: A Coruña, Lugo, Asturias, Segovia, Burgos, Huesca, Valencia,
Tarragona, Lérida y Barcelona.
En estas dos últimas se produjeron las detenciones de los once
individuos, que utilizaban documentaciones de Guatemala, Méjico,
Colombia y Venezuela para alquilar vehículos y hospedarse en hoteles en
las ciudades del país en las que intervenían.
La operación, denominada 'Mordaza monasterio', ha sido presentada
este lunes en Segovia por el comisario jefe de la Brigada de
Delincuencia Especializada, Jesús Pacheco; la subdelegada del Gobierno
en la provincia, Pilar Sanz, y el comandante accidental de la Guardia
Civil en Segovia, Juan Martínez Ros.
Según han explicado, comenzó en octubre tras conocerse un robo con
violencia y dos robos en vehículos a representantes de joyas en
Santiago de Compostela, A Coruña y Oviedo.
La organización, muy especializada y peligrosa por la dificultad
para detectarla y detenerla, seleccionaba a sus víctimas y las sometía a
intensa vigilancia durante días, ayudándose para ello de sistemas
electrónicos de control para analizar el movimiento de sus vehículos.
Tras conocer la rutina de sus objetivos, preferentemente
representantes de joyería, buscaban el momento adecuado para apoderarse
de los muestrarios que portaban en los vehículos, generalmente por la
noche.
Los criminales, que no tendían a utilizar violencia, aprovechaban
los descuidos y usaban sistemas para inhibir las alarmas de los coches,
caracterizados por sus altas medidas de seguridad, lo que hace más
oportuno guardar allí las joyas que portarlas a la habitación del hotel
en el que se hospeden los comerciales.
El golpe más importante lo asestaron en Burgos, donde la noche del
9 de octubre sustrajeron en el garaje de un hotel cuatro maletas con
seis millones de euros en joyas. Este botín aún no ha sido recuperado.
En el caso de Segovia los criminales no pudieron finalmente
concluir la sustracción al saltar la alarma del vehículo de su víctima,
un representante al que siguieron desde Galicia y al que intimidaron y
amordazaron para robarle las llaves del coche que tenía aparcado en La
Lastrilla. La colaboración ciudadana fue determinante para abortar el
robo.
A mediados de diciembre se comprobó que los criminales se
encontraban en Cataluña, donde habían alquilado varios pisos, y se supo
que pretendían abandonar el país tras alcanzar casi totalmente su
objetivo. Además, se interceptó un envío por avión a Colombia con
relojes de alta gama supuestamente procedentes de un hecho delictivo.
Los agentes intensificaron el dispositivo de vigilancia, puesto
que sospechaban que la banda preparaba un nuevo golpe, y finalmente
culminaron la operación con la detención de siete personas en Barcelona y
cuatro en Lérida, seis de las cuales han ingresado en prisión. En
consecuencia, la red quedó desmantelada.
Joyas y relojes
En los registros domiciliarios se recuperaron joyas por valor de
300.000 euros, una veintena de relojes de gama alta, teléfonos móviles,
cámaras de fotos y diversa documentación. Hasta el momento se atribuyen a
los arrestados tres robos con violencia a dos representantes de joyas y
a una mujer que acababa de sacar dinero de una sucursal bancaria, seis
robos en vehículos --dos de ellos no consumados-- en los que se
apoderaron de muestrarios y dos hurtos al descuido a personas que
acababan de obtener dinero en el banco.
Los agentes continúan investigando la identidad exacta y completa
de los presuntos delincuentes, así como su posible vinculación con otros
robos en diferentes países, pues sospechan que los relojes, de marca
francesa, pueden proceder de golpes asestados en el país vecino.
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