La nueva
edición de Las Edades alcanza su segundo mes, cumpliendo con las expectativas
El Juicio
Final, el Yacente de Gregorio Fernández o las esculturas "Adán y Eva" de Juan Bordes son algunas de las 92 piezas de
la muestra
Montse Serrador | Domingo 21 de julio de 2013
Se cumplen
dos meses de la apertura en la localidad abulense de Arévalo de la exposición "Credo",
la última edición de Las Edades del Hombre. Más de 50.000 visitantes avalan el
éxito de una muestra que está suponiendo un auténtico revulsivo para Arévalo y su comarca, en particular, y para
toda la provincia de Ávila, en general.
En pleno
periodo estival, "Credo" es un atractivo a sumar a los que ya posee La Moraña, que
consigue así atraer un mayor número de visitantes.
La muestra
está cumpliendo además con todas las expectativas creadas, tal y como lo
asegura el secretario de la Fundación Las Edades del hombre, Gonzalo Jiménez Sánchez,
quien hace un balance positivo de los dos meses de la exposición en dos de sus
objetivos iniciales: el servir de reflexión a los creyentes en torno al símbolo
de la fe cristiana, como es el Credo porque en este aspecto "la gente sale muy
satisfecha", y por la alta calidad de la muestra, como lo avala el hecho de que
el 90% de las piezas forman parte del patrimonio singular de las diócesis de Castilla
y León. El tercer objetivo, también alcanzado, según Jiménez, no es otro que
tener un impacto económico en toda la comarca.
El secretario general de la Fundación no duda en
afirmar que "Credo" es "el acontecimiento cultural más relevante no sólo para
Ávila y Castilla y León sino para toda España". Prueba de ello es que los
visitantes de la muestra se desplazan expresamente a Arévalo y dedican su
tiempo y su dinero, algo que, en la coyuntura actual, resulta especialmente
importante.
Jiménez Sánchez
asegura que dos son los perfiles del visitante de la exposición: uno, el
del creyente que entiende que es una posibilidad de reflexión en torno a su fe a
través de un patrimonio importante; dos, el de aquellas personas interesadas en
la calidad y profundidad de las piezas, ya que no es fácil verlas todas juntas
y en los lugares y las condiciones en las que se presentan. "Son dos perfiles
muy distintos pero complementarios", asegura.
Prueba de
ello es el visitante número 50.000 que se alcanzó la pasada semana, una
profesora de Derecho de la Universidad de Sevilla que buscaba conocer el
patrimonio artístico de la muestra y, al mismo tiempo reflexionar en torno a su
fe".
Para Jiménez
Sánchez, no resulta fácil seleccionar las obras que más llaman la atención a
los visitantes, aunque las del imaginero Gregorio Fernández, como el Cristo
Yacente, siempre son muy admiradas, o el Juicio Final, que impresiona por su
tamaño, o las esculturas de Adán y Eva, de Juan Bordes, a tamaño natural.
Sin embargo,
son sólo un ejemplo de las 92 piezas que conforman una exposición que, además
de ser la decimoctava edición de Las Edades del Hombre, tiene el honor
de ser la que conmemora el 25 aniversario de este proyecto cultural.
En tres iglesias modéjares
La muestra se expone en las iglesias mudéjares de Santa
María la Mayor, San Martín y El Salvador, junto a la Casa de los Sexmos
como centro de interpretación. Así, el recorrido comienza en la iglesia de Santa María la Mayor, en la
Plaza de la Villa, con el capítulo 'Creo', donde lo primero que se observa es
la capilla mayor con los rostros antiguos que figuran en el cartel anunciador
de la exposición y frente a ella una proyección con tres pantallas que rodean
al visitante. 'Fragmentos del Credo Epigráfico', en piedra caliza y del siglo
VII, procedente del Museo de los Concilios de Toledo y de la Cultura Visigoda
es una de las piezas más llamativas de este espacio.
La iglesia de San Martín acoge el capítulo 'Creo en Dios' y atiende
a las principales religiones monoteístas como judaísmo, islam, budismo,
sintoísmo e hinduismo. Entre las obras más significativas sobresale la pila
bautismal, de la Catedral de Ávila, cuyo pie y exedra pertenece a Vasco de la
Zarza, junto a piezas de Alejo de Vahía, Juan Bordes, Luca Giordano, Luis
Salvador Carmona y Alonso de Madrigal 'El Tostado', además de 'Buda. El
Iluminado', un anónimo de la Dinastía Ming del abulense Museo de Arte Oriental
de Santo Tomás o 'El profeta' de Pablo Gargallo. En el atrio del templo se
encuentran las esculturas de Venancio Blanco dedicadas a San Pedro de
Alcántara, Santa Teresa y San Juan de la Cruz.
El tercer recinto es la iglesia de El Salvador, donde se ven los capítulos
'Creo en Jesucristo' y 'Creo en el Espíritu Santo', además del epílogo. Entre
las piezas destaca una 'Anunciación' de El Greco, y 'Bautismo de Cristo', de Francisco de Goya, uno
de sus pocos cuadros de temática religiosa.
Además, se muestra un gran 'Juicio final', de un maestro anónimo
hispanoflamenco del siglo XVI, así como un 'Cristo yacente' de Gregorio Fernández,
y un 'Cristo resucitado' de Juan de Juni.
Dos obras se han hecho expresamente para la exposición. Se trata del 'Rabino
estudiando Torá", un óleo realizado por Daniel Quintero, y el cuadro de
Carmen Laffón 'Cielo', situado éste al final de la muestra, en la iglesia de El
Salvador, donde en el exterior puede verse la escultura 'Carmen dormida', de
Antonio López.
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