Montse Serrador | Martes 02 de octubre de 2012
Pasó la tan
traída y llevada Conferencia de Presidentes, que tanta expectación ha causado
(política que no social) y cabría preguntarse qué hemos conseguido y para qué
ha servido. La verdad es que los resultados han sido más bien pocos y la foto
de familia ha sido casi lo más noticiable, aunque bueno es
reconocer que la instantánea de todos los presidentes con Rajoy, el Rey y el Príncipe y el acuerdo de que todas las autonomías pasarán por
el arco del cumplimiento del objetivo del déficit, al menos sirve para dar la
imagen a Europa de que las comunidades están dispuestas a ajustarse el cinturón
y no a continuar por la senda del despilfarro.
Sin embargo,
para poco más ha servido una cumbre que no sea para poner orden, en unos más que
en otros, porque los problemas con los que los presidentes autonómicos se han
presentado este martes en Madrid siguen sin tener solución alguna y, por lo
tanto, vuelven con ellos a sus respectivas comunidades. El modelo de
financiación, la madre de todos los
males, sigue inamovible y aunque con promesas de revisión, seguirá provocando a
la consejera de Hacienda el desasosiego de todos los años, incrementado en los
últimos ejercicios, cuando en la elaboración
de los presupuestos constata que con lo que hay no llega. Pero Rajoy apostó por
el "ahora no toca" revisar el modelo de financiación, como ya le dijo a
Herrera en su encuentro en la Moncloa, así que el presidente de la Junta
vuelve, como todos, como fue y sólo se trae el "mandato" de que "no queda
otra" y el objetivo del déficit hay que cumplirlo sí o sí tal y como está hasta
el 2014. Después se podrá revisar pero "largo me lo fiais...".
La Conferencia
de Presidentes se cierra así con alguna certeza, la del obligado cumplimiento
del déficit, y con muchas incertidumbres, como la propia configuración del Estado,
ahora cuestionada por nacionalistas y PSOE. Sin embargo, se sigue sin dar una
solución a unas comunidades ahora asfixiadas (ya no vale recordar los errores
del pasado) que tienen que seguir prestando servicios esenciales a sus
ciudadanos y que no encuentran más opciones para incrementar sus ingresos
que seguir dando una vuelta de tuerca más a la presión impositiva. Habrá que
esperar a la siguiente Conferencia de Presidentes para que, como ha pedido
Herrera, se sienten las bases de los derechos, servicios y prestaciones que nos
queremos y podemos dar.
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