Contundente respuesta de
García-Escudero a Marcelino Iglesias
El Senado elogia a la
policía que contuvo al senador García y su casco minero
Diariocrítico | Jueves 07 de junio de 2012
Tras el incidente del
martes, cuando el senador socialista Iban García se dirigió con mirada torva y
un paquete en la mano hacia Mariano Rajoy antes del inicio del Pleno del
Senado, la cosa podía haber quedado en un acto sin mayores problemas. Pero el
PSOE vio titulares y el portavoz socialista, Marcelino Iglesias, remitió una
dura carta al presidente del Senado, Pío García-Escudero, exigiendo
explicaciones de por qué había policías del servicio de escolta de Rajoy en el
Pleno senatorial. La respuesta de García-Escudero, también por carta, ha
llegado este jueves, y lo ha hecho de forma contundente, según el documento al
que ha tenido acceso Diariocrítico.
García-Escudero confirma
-más bien, 'recuerda'- a Iglesias que "la presencia, dentro de las
dependencias del Palacio del Senado, de funcionarios de policía pertenecientes al
servicio de seguridad del presidente del Gobierno cuando éste comparece en una sesión
plenaria o visita la Cámara por cualquier otro motivo, es una práctica
ordinaria desde que en la pasada Legislatura se llegó a un acuerdo en este
sentido entre la Comisaría del Senado y el servicio de seguridad de la Presidencia
del Gobierno".
Es decir, que fue el
anterior presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, el que vio la
necesidad de que los escoltas estuvieran en el Pleno, y que fue el anterior
presidente del Senado, el socialista Javier Rojo, el que propició tal acuerdo
con Presidencia del Gobierno. El acuerdo concreto es que, atendiendo
exclusivamente a criterios técnicos de seguridad, "se ha considerado que
las condiciones de acceso y circulación por el edificio desde su entrada
principal hasta el Salón de Plenos, hacen aconsejable que el presidente del Gobierno
sea acompañado por tres personas de escolta pertenecientes a su propio servicio
de seguridad".
Luego, la presencia de la
funcionaria de policía que detuvo al suministrador de cascos mineros senador
García estaba plenamente justificada. Ese acuerdo que rubricó Rojo -y que
Marcelino Iglesias o sus asesores deberían conocer- no es extensible, no
obstante a los ministros y otras autoridades cuando comparecen en la Cámara
Alta. "El criterio de la Presidencia de esta Cámara es que siga siendo así
en el futuro, al menos mientras no existan razones de seguridad que aconsejen
la adopción de medidas diferentes", responde García-Escudero en su carta.
No había comenzado el
Pleno
García-Escudero tritura
en su respuesta la carta de Marcelino Iglesias y afirma, por tanto, que la
presencia policial "estaba plenamente justificada y autorizada por esta
Presidencia del Senado". Además, le recuerda al portavoz socialista el
incidente tuvo lugar dentro del Salón de Plenos "antes de que formalmente se
hubiera iniciado la sesión", y que fue originado por el senador lbán García
del Blanco al aproximarse con determinación hacia el escaño que ocupaba el
presidente del Gobierno portando una bolsa blanca de contenido desconocido.
"Este acto,
desconcertante para cualquier observador y especialmente en un momento en el
que había muchas personas moviéndose por el entorno del presidente del Gobierno,
provocó la lógica intervención de una funcionaria de policía perteneciente a su
servicio de escolta, intervención que, tal como pudieron comprobar numerosos
testigos y se reconoce en su propio escrito, en modo alguno puede calificarse
como violenta", se señala en la carta.
Quien no usa palabra...
utiliza el casco
Así las cosas,
García-Escudero dice tajantemente que los hechos que motivan el escrito presentado
por Iglesias fueron provocados por la iniciativa del senador lbán García del Blanco,
y no por la funcionaria de policía: "La respuesta dada por ésta ante una situación
de incertidumbre en el entorno de seguridad del presidente del Gobierno no fue violenta,
sino proporcionada a las circunstancias, por lo que, bien lejos de ser motivo
de censura, debería serlo de elogio por la eficacia en el cumplimiento
ponderado y diligente de sus funciones".
Pero, además, el
presidente del Senado enjuicia los actos de García del Blanco de una forma
harto clara y clarificante: "La opinión de este presidente es que quienes tenemos
el honor y la responsabilidad de la representación parlamentaria, estamos
especialmente obligados a conducirnos en todo momento de manera ejemplar y, por
supuesto, también cortés".
Le recuerda que dentro de
la democracia parlamentaria existen numerosos procedimientos y usos mediante los
que puede ejercerse, y le dice que "resulta muy difícil encuadrar el incidente
protagonizado por el senador García del Blanco dentro de los procedimientos y usos
parlamentarios, del mismo modo que no parece estar revestido de valores ejemplares".
En definitiva, que conductas
como la del senador García "sólo valen para dañar la imagen institucional
del Senado, faltar al principio de lealtad entre los poderes del Estado al ignorar
la más elemental cortesía parlamentaria y, junto a todo esto, al provocar de manera
gratuita una situación tensa y desagradable, entorpecer el ejercicio de sus
funciones a los funcionarios que pertenecen a la Cámara o a quienes están
realizando circunstancialmente su trabajo en ella".
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