Ernesto Sanz | Miércoles 10 de diciembre de 2014
Hace treinta y un años Raúl Alfonsín asumía la Presidencia
de la Nación y abría la puerta para que de una vez por todas la democracia y la
paz volvieran al país. ??Podríamos hacer mucho para recordar y revivir aquellos
momentos; horas, días y semanas de pura emoción y grandeza colectiva. Podríamos
hacer homenajes a los miles de radicales que hicieron que aquella proeza fuese
posible; pero ciertamente, no creo que esa sea la mejor manera de honrar a esos
militantes anónimos que dieron todo de sí por nuestra causa.
Una nueva etapa de la democracia argentina Hoy no es un día más para vos ni para mí
??Porque estoy convencido de algo, si el radicalismo
recupera la potencia electoral del ´83, será más por hablar del futuro que por
ensalzar su pasado, más por generar confianza y empatía con los argentinos que
por cubrir líneas con tinta en los libros de historia. Será, finalmente, porque
los radicales estuvimos a la altura de las circunstancias, atentos a los desafíos
de la sociedad y preparados para hacernos cargo de que avance.
??Mucho recordamos estos días el discurso de Alfonsín
recitando el preámbulo, otros recordarán el "Ganamos pero no derrotamos a
nadie", pero pocas veces miramos el mensaje de ese presidente que en uno de sus
discursos más brillantes nos dejó a los radicales. Hoy, en esta fecha, quiero
recordarlo así, porque estoy seguro que leyendo a ese Alfonsín de Parque Norte,
encontraremos la clave para que el año que viene sea nuestro 1983.
??"Los radicales, debemos comprender que es necesario estar
a la altura de esta misión, poner al servicio de las demandas y urgencias del
país nuestra fuerza histórica, seguros que al hacerlo comenzamos a solucionar
esas demandas y esas urgencias y evitamos quedar cautivos de los bolsones de la
Argentina vieja. Despojados de toda arrogancia y de todo prejuicio, trabajemos,
estudiemos y preparemos junto a nuestros compatriotas el país nuevo, el país
del futuro."
??Vamos a estar a la altura de la misión, a tono con los desafíos,
sabiendo que la historia o se la lee o se la hace, y que este partido nació
para hacerla. Nacimos para hacer historia. Queda en nuestras manos elevar al
país por encima de la mediocridad y eso depende solo de nuestra capacidad,
unidad y decisión.
??
Transformemos el país que un porvenir mejor asoma y seamos
protagonistas otra vez. Un abrazo radical.
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