Capitanich y el cambio en el Banco Central
Jueves 02 de octubre de 2014
El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, consignó que el Poder
Ejecutivo enviará de manera "inmediata" al Senado de la Nación para su
aprobación el pliego del designado nuevo titular del Banco Central de la
República Argentina (BCRA), Alejandro Vanoli.
Se trata de "propiciar las condiciones para el crecimiento
de la actividad económica y el empleo", y de "establecer condiciones claras de
estabilidad monetaria y cambiaria", dijo el jefe de Gabinete sobre el rol del
nuevo titular del BCRA.
"El pliego será remitido inmediatamente al Senado", sostuvo
el jefe de ministros esta mañana en su habitual diálogo con la prensa en la
Casa de Gobierno cuando fue consultado sobre el nombramiento de Vanoli, quien
se encontraba al frente de la Comisión Nacional de Valores, en reemplazo del
renunciante Juan Carlos Fábrega.
En ese marco, Capitanich afirmó que la misión de Alejandro
Vanoli en su nuevo rol es la de "cumplir con la Carta Orgánica del Banco
Central", que -sostuvo- "es muy clara" en cuanto a "garantizar y promover
un clima que favorezca y estimule la actividad económica, el empleo y el
volumen total de inversiones".
También, el jefe de Gabinete mencionó entre las funciones
del titular del Banco Central "la aplicación del marco regulatorio de la
Superintendencia de Entidades Financieras y Cambiarias".
Fábrega, no tenía una buena relación con el ministro de
Economía, Axel Kicillof, estaba al frente del Banco Central desde noviembre de
2013, mientras que Vanoli, economista de profesión, dirigía la CNV desde
noviembre de 2009 y ha tenido en los últimos meses contundentes expresiones de
apoyo a Fernández en el litigio con los fondos de inversión en Nueva York.
La renuncia de Fábrega se produce en medio de tensiones
cambiarias por la escalada del precio de la divisa estadounidense en el mercado
ilegal y del denominado "dólar contado con liquidación", una
operación financiera legal que consiste en comprar bonos con pesos para
venderlos y obtener dólares.
El valor del dólar en el mercado negro cerró hoy en 15,65
pesos por unidad, tras haber tocado la semana pasada un máximo histórico de
15,95 pesos, en tanto que el "dólar contado con liquidación", al que
normalmente recurren grandes operadores, como bancos y exportadores, cerró este
miércoles en 14,94 pesos.
Mientras, el precio oficial del dólar en bancos y casas de
cambio, cuyo acceso está fuertemente controlado por el Fisco desde finales de
2011, se mantiene clavado en 8,41 pesos por unidad -con una brecha de casi el
90% respecto al dólar ilegal- a fuerza de intervenciones del Banco Central en
el mercado oficial.
Este martes, Fernández arremetió en un discurso contra las
maniobras cambiarias, en particular la de los bancos, cuyas operaciones deben
ser controladas por el Banco Central.
Según Fernández, banqueros, industriales y exportadores
presionan para lograr una devaluación y para "voltear" (tumbar) a su
Gobierno.
Cristina hizo además alusión a una investigación abierta
por la Procuraduría Adjunta de Criminalidad Económica y Lavado de Activos
(Procelac), que depende del Ministerio Público Fiscal, a empleados del Banco
Central argentino que supuestamente llamaban a operadores del mercado negro
para alertarles sobre los operativos de control contra la compraventa ilegal de
dólares.
"El fiscal cuenta que cuando fueron a hacer los
allanamientos se encontraron con personal de seguridad retirado que estaba
haciendo la seguridad de estos lugares y también con que desde el Banco Central
algunos habían avisado que estaba todo tranquilo, que no iba a pasar
nada", dijo Fernández en su discurso.
La mandataria denunció además que "en el Banco Central
hay más de 80.000 expedientes sobre infracciones a la ley penal cambiaria, de
exportadores, de bancos, de financieras, que no se tratan" y cuya
consecuencia son "miles y miles de millones de dólares que le han sido
sustraídos al país".
Los cambios en el Banco Central llegan en un momento complejo
para la economía argentina, no sólo por las tensiones cambiarias, sino por un
enfriamiento de la actividad, la alta inflación, un menor ingreso de divisas
por exportaciones e inversiones extranjeras directas y pésimas calificaciones
crediticias como consecuencia de las derivaciones del litigo con los fondos
buitre por deudas en mora desde 2001.
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