Jorge Rachid | Miércoles 13 de agosto de 2014
Es una expresión derivada de "cualquiera", que en
política significa lo mas bajo del oportunismo, el cálculo, la hipocresía y
todo aquello que lleva al "chanta". Se suben en a cualquier barco,
agarran el último tren antes que se vaya, no tienen conflictos ideológicos, van
y vienen de espacios diferentes caminando con apariencia de distraidos, apuesta
siempre a ganador sea quien sea, no tienen convicciones, especulan y miden, son
encuestólogos en sus determinaciones, agitan la bandera del candidato ocasional
con fervor y pasión, la misma que ponen mañana en otro lado. Es un personaje
electoralero, juega a ganador, no tiene sueños ni utopías, no se acerca a los
jóvenes porque son competencia, no forma cuadros militantes porque pueden ser
mejores que él, vive sumergido en la rosca política, desprecia la construcción
diaria, el barrio, el contacto cotidiano con el pueblo, transita canales de
televisión, hasta deja de asistir a sus obligaciones como diputado o senador,
por dos minutos de aire televisivo. No hay otro término que
"cualunquismo" para definir al chanta político argentino.
En si mismo no sería un problema, siempre existieron y
existirán personajes que transitan, desde el individualismo oportunista, los
caminos serios de un país, los gobiernos, los espacios de poder, intentando
sacar tajadas personales, de sobreviviente urbano y nota de color que acompaña
la política. Sin embargo cuando aparecen en primer plano, cuando sacan chapas
de dirigentes, verborrágicos e intrascendentes, denostando y criticando como
única herramienta de ejercicio político, ombliguistas de la política, si están
afuera, a la interperie del poder, son opositores feroces, si les abren un
pequeños espacio, obsecuentes patéticos. Asi los vemos a diario saltando cual
saltimbanquis medievales, de lista en lista, de amores y odios cambiables, de
celos por espacios de poder,no quieren compartir, no fueron al jardin de
infantes, se mezclan con supuestas pasiones con la farándula para crecer en
imagen, tienen mas pantalla, mas exposición pública, mas escándalos, mejor, mas
programas de chismes, mejor, mas dimes y diretes íntimos de pareja, mejor aún.
¡Que tendrán que ver estos personajes con nuestra memoria
histórica, y con las luchas del pueblo argentino por la democracia , la vida,
la libertad, durante las dictaduras primero y contra los modelos neoliberales
hegemónicos, que denostaban la política y las ideologías, después?
Sin dudas nada, sólo que son funcionales a los que quieren
retornar modelos frívolos y superficiales de la vida, sin pensamientos críticos
que abonen el crecimiento, sin luchas como las actuales contra los buitres, a
la cual terminan siendo funcionales al pretender crear desmemoria, contribuyen
al descreimiento de la política y hacen dudar a los honestos compatriotas. Son
parte del diseño del enemigo, junto a los medios hegemónicos coaptados por los
intereses heridos en esta década, intereses poderosos, que parecían
inamovibles, consolidados por décadas perdidas, de expoliación de nuestros
recursos naturales, de saqueo del ahorro interno genuino, de empresas robadas
durante la dictadura militar, de años de impunidad de los crímenes de lesa
humanidad. De los que piden seguridad jurídica, pero se quejan de los juicios
de memoria, verdad y justicia, dicen que no hay que mirar atrás cuando hacemos
referencia al 2001, los 90, la crisis, la dictadura pero no dudan en remover el
pasado de cada argentino protagonista de la historia.Nos atacan por
setentistas, atacan a los jóvenes porque se incorporaron a la política, son
herramienta de los peores malandras del mundo, los imperios y los buitres, son
capaces de enterrar al país contal de recuperar sus privilegios y negocios.
Son los que promueven el cualunquismo, la política
esmerilada, sin memoria ni futuro, sólo electoral, poniendo condiciones a los
candidatos, como quisieron hacer con Adolfo o con Nestor, como lo hicieron con
el riojano que se rindió sin dar explicaciones, traicionando al pueblo
argentino, en nombre del peronismo. Son los que nos endeudaron y nos saquearon,
se enriquecieron y huyeron, volvieron ahora a trabajar por los buitres, por
nuevos entierros nacionales, usan jóvenes ambiciosos y con codicia, quieren un
país "en paz y armonía", que significa, no cuestionar al poder
económico, no defender los intereses del pueblo argentino, rendir armas a la
avanzada neoliberal de la mano de un imperio tambaleante, que sólo agrede con
guerras en su debilidad estratégica. Son los que nos dicen quien anda o no en
las encuestas, cuando nostros estamos combatiendo contra uno de los
responsables en el mundo, del caos financiero que ha llevado dolor y miserias a
los pueblos. Son dos mundos.
El mundo del día a día de la política, hoy tiene desde el
gobierno la responsabilidad de preservar el empleo, apuntalar la actividad
industrial y de servicios, controlar los capitales especuladores, cuidar las
divisas y el frente externo, evitar los ataques buitres, honrar las reestructuraciones
pactadas que nos sacaron del infierno y quieren hacerla caer, para quedarse
nuevamente con nuestros recursos. No dudan en hipotecar el futuro de nuestros
nietos, son salvajes y sin pudor en ese otro mundo, donde dicen y gritan
"atrapen al ladrón", mientras promueven en los medios a los
saqueadores de deuda, que se quedaron con 130 millones de dólares sólo en el
megacanje, así aparecieron ahora los Cavallo, los Espert, los Stuggenezzer, los
Roque Fernandez, los Broda, los Melconian, los Redrado, todos alineados en el
caulunquismo de los candidatos "blancos, rubios y de ojos
celestes".Ese mundo que da terror alberga a estos personajes.
El pueblo argentino no se suicidará, sabe quien lucha y
quien se rinde o escapa cuando "las papas queman". Los peronistas
estamos curtidos en estas luchas, sabemos quien es quien,nos conocemos todos,
los resentidos, los oportunistas, los rencorosos que por acción u omisión
juegan para los enemigos de la Nación deben reflexionar, porque "cuando
los pueblos agotan su paciencia, suele tronar el escarmiento" (Perón).
Estamos dando batallas que se escribirán en la historia
tanto a nivel nacional, defendiendo el patrimonio de todos nosotros, como a
nivel internacional, cuestionando el supuesto orden económico, que ahoga a los
pueblos, desde un poder financiero especulador y extorsivo.
En medio de estas batallas hay argentinos que piensan en las
elecciones, hay quienes se dedidan sólo a criticar, hay quienes luchan sin
especulaciones, los hay que diariamente llevan esperanzas al pueblos argentino,
cientos de miles de jóvenes lanzados a la política, hay memoria de esta década,
porque hemos recuperado identidad cultural, soberanía política, movimiento
nacional, espacio latinoamericano, construcciones palpables en un país hermoso,
con un pueblo maravilloso y con un futuro promisorio, si sabemos defender las
conquistas de los gobiernos peronistas desde el 2003, que han sacado al país
del infierno mas temido, su disolución nacional.
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