Néstor Pablo Aleksink | Lunes 02 de septiembre de 2013
En el más absoluto de los sigilos, se estaría preparando en
la OMC un informe que sería negativo para los intereses económicos de nuestro
país.
Esto sería en respuesta a los reclamos de más de una
treintena de países que elevaron una queja por lo que consideran un "trato
discriminatorio" en el comercio, por el modo en que la Argentina está en estos
momentos aplicando restricciones a las importaciones. Cabe señalar que el grupo
de países que elevaron la queja es aproximadamente un 40% del total
representado en el organismo, pero que en su conjunto representan un 70% del
comercio mundial, es decir, aquí se considera peso específico por encima de mayorías.
El documento plantearía un marco propicio para que los
países demandantes tengan el respaldo para poder aplicar medidas de retorsión
contra nuestro país, es decir, esto afectaría el normal ingreso de nuestros
productos en esos mercados por lo cual se verían reducidas nuestras
exportaciones.
Para los lectores, estos fenómenos no serían de aplicación
inmediata, pero obligarían a las autoridades de nuestro país a un serio
replanteo en la política de la administración de las licencias.
Es una situación paradójica la que se plantea. El GATT y
posteriormente la OMC desde los casi 70 años de su creación, debe administrar
el comercio internacional y observar la aplicación de medidas que traben el
libre comercio. Este organismo, empero, no reconoce el nacimiento del
neoproteccionismo y muchos de los países que hoy reclaman por sentirse
discriminados por las restricciones argentinas, vienen aplicando medidas
restrictivas al comercio. La gran diferencia reside en el modo y el universo de
los productos afectados.
Justamente, el neoproteccionismo abarca acciones para
generar trabas al comercio por encima de la aplicación de un arancel, y lo
podemos definir como "medidas elaboradas por estados y/o particulares con el
objeto de entorpecer la libre circulación de bienes y servicios en el comercio
internacional, que no están relacionadas con la aplicación de aranceles, y cuyo
cumplimiento es de difícil resolución". En los países centrales, este mecanismo
se aplica a productos puntuales y a situaciones que afectan a productores
internos de esos países, es decir, hacen lo mismo que la Argentina paro de un
modo más selectivo y encubierto.
Aquí, la situación es diferente. Es notorio que el objetivo
primordial en nuestro país es que las cuentas del balance comercial deber ser
superavitarias a como dé lugar, y que los caminos para lograrlo son dos: o se
incrementan las exportaciones o se reducen las importaciones. Claramente se
apuntó a esto último, para afuera se hace bajo el amparo de la ley de
emergencia económica, para adentro y para la hinchada se hace para generar un
proceso de sustitución de importaciones.
Un análisis inteligente coincide en los beneplácitos que
tendría un incremento de los actuales niveles de producción nacional en
desmedro de productos importados, pero para ello se debería haber identificado
cuáles son los sectores económicos donde los productores nacionales son
competitivos y a los cuáles se desea proteger de la "invasión" de productos
externos, mediante un estudio pormenorizado y exhaustivo de la realidad
económica interna de nuestro país.
Nada de esto se hizo, por supuesto. Con este argumento
falaz, se defiende el sinsentido de la aplicación de medidas restrictivas para
todos los productos, no importando su origen, valor o si es un insumo básico que
en la Argentina no se encuentra ni se produce, (ni se va a encontrar por los
siglos de los siglos) o si es un bien de capital que ningún productor local
siquiera sueña en producir alguna vez y que generaría un incremento de la
producción en su fábrica.
La falta de transparencia de este régimen es lo que aparece
como el punto concéntrico de todo reclamo interno y externo. Lo es desde sus
orígenes: el estado no admite y menos en épocas electorales, que todo esto
tiene cobijo en la ley 26.279 que prorroga la emergencia económica local hasta
el 31/12/2013.
Días pasados la Presidente de los argentinos mencionó que no
se debe insultar la inteligencia de nuestro pueblo, y hoy el papel que se le
hace jugar a Moreno es ése, más por amenazas y cooptación de aplaudidores en el
entorno, que por decisión y efecto de una política bien diseñada y que dé
resultados positivos para el país.
Esto es lo que se nota desde el exterior. Los proveedores
externos se han cansado de la soberbia argentina y es por ello que las presentaciones
mencionadas líneas arriba puedan tener un efecto real en sanciones económicas
para nuestro país. El simulacro de la amenaza y el patoterismo no pueden
funcionar fronteras afuera.
Con la emergencia económica como sustento, el argumento de
las denuncias por la aplicación de
licencias ante la OMC carecía de sustento, pero como el organismo internacional
prevé que ante la aplicación de estas medidas, el régimen debe ser transparente
en la información para los usuarios y con motivos válidos para su aplicación, y
es allí donde la autoridad de aplicación local hace agua. Claramente, el estado
puede aplicar medidas de protección si entiende que un sector productivo se
siente "amenazado" e incluso existen mecanismos regulados a tal efecto, pero no
puede hacer este uso extensivo al total del universo arancelario y menos si
esto pasa por el antojo de determinados funcionarios.
El destrato y las admoniciones anónimas de personeros que
dicen representar los intereses de la Secretaría y conminan a la presentación
de listas de precios, propuestas de exportaciones para compensar importaciones
(así no se incrementan las exportaciones!!!) y demás "opciones" que se le
puedan ocurrir al desconocido interlocutor, es "el" argumento por el cual no se
aprueban las DJAI's y éste método es contrario a lo exigido por el organismo
multilateral y también con cualquier intento lógico de razonamiento comercial.
Muchos empresarios optan por el silencio en temor a represalias, y aunque no
sea admitido, bajo este nivel de amenaza se "mueve" el comercio exterior
argentino.
El actual nivel de intercambio que muestra nuestro país es
muy pobre comparado con otros países de la región, incluso con economías menos
desarrolladas o con potencial de crecimiento menor, indicativo real de que no
hicimos la tarea para mostrar al mundo que Argentina es un país confiable como
proveedor no sólo de alimentos sino además de MOI y tecnología.
Esto para transformar un concepto también "histórico" de
nuestro comercio exterior: que el resultado de las exportaciones sea
cuantificado por "ventas argentinas" y no por "compras externas", hoy en día,
más del 70% de nuestras exportaciones se deben a interés de compra del exterior
y no como resultado de esfuerzos empresariales para vender productos más allá
de nuestras fronteras. Si se cristalizan las sanciones arriba mencionadas,
estos guarismos corren serio peligro.
Por lo cual, con seguridad, ya sea por la presión externa o
por el propio peso de su incapacidad, el actual régimen de restricciones a las
importaciones está llegando al final de sus días. El reconocimiento del error y
cambiar el rumbo no es un sacrilegio, sino todo lo contrario. De hecho, Galuccio
admitió días pasados que la crisis energética en Argentina existe, y que se
deben pensar en soluciones y no barrer la basura debajo de la alfombra.
Claramente, estamos es presencia de un funcionario de altura y que no podría
mentir para justificar nada como hacen otros.
Preocupa la falta de planes e ideas, y también preocupa que
detrás de la supuesta "renovación política" acontecida en las últimas
elecciones, se encuentren agazapados personeros que fueron
menemistas-duhaldistas-kirchneristas y que ahora aparecen como los dueños de
las soluciones, y que hasta hace muy poco estaban atornillados a escritorios
oficiales y nunca criticaron desde adentro.
En el entorno internacional, el transcurso del tiempo hace
que las cosas se vayan poniendo en el lugar que corresponden. Más tarde o más
temprano, aquellas mentes que pueden ver más allá del cortoplacismo, ven como
sus ideas se van fraguando y confirmando contra la inacción de los otros.
Hace un par de años, se vislumbraba en nuestras tierras que
una tendencia política podría instalarse con fuerza, al fracasar el proyecto
hegemónico de la instauración del ALCA como un proceso mal llamado de
integración económica y más orientado a la obediencia política.
Debemos en este punto hacer un poco de memoria, y la
"euforia" de un congreso efectuado en Mar del Plata hacer ya un par de años que
parecía dar a luz un nuevo escenario, respecto de las orientaciones del cono
sur en su relación política con la potencia del norte.
Más, lejos de plasmarse en una tendencia, y cambio de mando
en la potencia hegemónica, los planes de desarmar esa tendencia siguieron su
rumbo y hoy están teniendo sus frutos: nuestro sub-continente está
prácticamente dividido en dos ejes, y casualidad o causalidad, en el eje del
Atlántico (conformado por Mercosur más Bolivia y Venezuela) las dos economías
más poderosas están comenzando a sufrir vaivenes en sus aspectos económicos,
con una fuerte presión a una devaluación sostenida y procesos inflacionarios.
Claro, esto no termina allí, Estados Unidos está aplicando
una fuerte presencia política y comercial en Centroamérica que seguramente
tendrá sus resultados en el mediano plazo, un espacio para desarrollar
políticas comerciales que fue prácticamente desdeñado por Argentina y sus
socios. Lo que se dice una planificación sin prisa y sin pausa, y quizás por
ello los de este lado del planeta siempre estamos condenados a mirar desde
abajo.
Y seguramente, en estos días, el Premio Nobel de la Paz que
dirige los destinos del país del Norte, comenzará nuevamente a asesinar en
nombre de la seguridad mundial manteniendo a Guantánamo a pesar de sus
promesas. Sin palabras.
Muchos esperan octubre para que sucedan cambios en las
políticas de nuestro país. Considero que por los votos "fugados" esos cambios se
harán antes, pero ojalá sean para producir el inicio de una política de estado
y no más maquillaje para la ocasión.
Mg. Néstor Pablo Aleksink
Director Ejecutivo del Programa Argentina Exporta
Especialista en Comercio Exterior y Relaciones
Internacionales.
www.argentinaexporta.com / www.aleksink.com.ar
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