Durante la ceremonia, el jefe de Estado Alan García, rompió el protocolo y ante de juramentar en el cargo al nuevo ministro de Agricultura, Ismael Benavides Ferreyros hizo un mea culpa de la gestión del gobierno en estos primeros diez meses.
"Un cambio ministerial debe ser la oportunidad de una reflexión pública" para analizar cuánto se ha avanzado en el logro de los objetivos del Gobierno, indicó el mandatario en Palacio de Gobierno ante la mayoría de sus ministros.
"Transcurridos casi diez meses (de gestión), nosotros no podemos estar contentos de lo hecho", comentó García a manera de jalón de orejas para los miembros de su gobierno y exteriorizando públicamente su descontento con la labor que se ha realizado hasta el momento.
"Creo que todavía nuestro gobierno no alcanza la velocidad requerida, porque no hemos sabido enfrentar las trabas de la burocracia. Debemos impulsar con más energía, con más fuerza las obras de agua, la electrificación rural, el agro", comentó.
Por su parte, Benavides Ferreyros parece tener claro que no quiere sorpresas, y en su estreno en el gabinete habló claro: el tema cocalero que no le corresponde solo a su portafolio, sino involucra a varios sectores.
"Los problemas relacionados con la hoja de coca son responsabilidad de Devida (Comisión Nacional para una Vida sin Drogas), el aspecto policial (le corresponde) al Ministerio de Interior, mientras que Agricultura tiene responsabilidad en el desarrollo alternativo", comentó en una conferencia ofrecida en Palacio luego de su juramentación.
Con la llegada de un independiente y empresario agroexportador como Benavides al gobierno se reducen a cinco los ministros apristas que hay actualmente en el gabinete. Estos son Jorge del Castillo (premier), Juan Valdivia (Energía y Minas), Carlos Vallejos (Salud), Hernán Garrido Lecca (Vivienda) y Virginia Borra (de la Mujer).