Según declaró
Zouhier ante el tribunal la UCO, de la que era confidente,
"siempre estuvo interesada en identificar a los asturianos", en referencia a
José Emilio Suárez Trashorras y su ex cuñado
Antonio Toro.
Durante su interrogatorio en la vista oral el acusado, que defendió en todo momento que avisó de la existencia de tráfico de explosivos entre Asturias y los integrantes de la célula terrorista, llegó incluso a acusar a la unidad de la Guardia Civil de falta de celo. "No estoy diciendo que la UCO tenga la culpa de los atentados, digo que aquí hubo una gran negligencia y que no fue por mi parte", indicó entonces.
Una vez finalizado el bloque testifical relacionado con la trama asturiana y tras la declaración de testigos relacionados con la explosión de la localidad madrileña de Leganés el 3 de abril de 2004, el tribunal abordará las actuaciones practicadas en otros países, lo que obligará en muchos casos, a utilizar videoconferencias.
Este sistema se empleará, básicamente, con los testimonios de presos en países extranjeros que puedan aportar datos sobre los acusados por su relación con los atentados de Madrid.
Así, se realizarán conexiones con estados tan variopintos como Bélgica, Italia, Marruecos o Francia. Los testigos elegidos se encuentran encarcelados, en todos los casos, por su relación con células terroristas de corte islamista.