Todavía con el jet-lag, María Hernández acudió al Tee del 1 de Panorámica con porte de profesional. De hecho lleva desde junio con “su nueva vida”. Para la navarra, mejor jugadora universitaria de Estados Unidos este año y con una docena de títulos norteamericanos tiene claro que su futuro pasa por la competición. Su principales y más próximas citas serán la Escuela de la LPGA y la del Circuito Europeo, para procurar labrarse una carrera con garantías.
Después de siete meses “sin parones” en Estados Unidos, María ya piensa en inglés y muchas de las veces tiene que pararse a pensar sus palabras. La vida estadounidense es dura. Soledad, comida regular y mucha competencia. Cuatro años estudiando allí en la Universidad de Purdue han concluido con éxito. Buenas notas y triunfos deportivos. Eso sí, “al principio no entendía nada y me ha costado”, dice, “pero poco a poco te vas haciendo”.
La vida de profesional “es diferente. Hay más presión y más responsabilidad”, dice, justo un momento después de dejar la bola dada en el hoyo 5, un par 3 de 150 metros con agua de por medio. Poco a poco va despertando y encontrándose en territorio conocido, superando el jet-lag del Us Women´s Open. “El campo de Saucon Valley es espectacular, con las calles y los greenes en perfecto estado”. De hecho, los greenes allí estaban a una velocidad de 13 pies, una velocidad endiablada comparada con los 9 de Panorámica. Su buena actuación en Saucon Valley, terminando en el puesto 34, le ha dado todavía más fama. Sin embargo aún no cuenta con ningún patrocinador que quiera apostar por ella. Ping le proporciona material pero nada más, un asunto que tiene pendiente.
Mientras juega, sus padres la siguen por todo el capo viendo cómo juega. María va de menos a más. Muy amable en el trato y con un juego no muy poderoso pero rectilíneo, va superando los hoyos. Esta semana, tras el Open de España, estará unos días más en casa, en Pamplona, pero el viernes vuelve para los Estados Unidos. “Tengo que aprovechar estos días para comer todo lo que pueda de lo bueno que me pierdo allí”, dice con cierta nostalgia. Eso sí, los sanfermines los ha podido ver por internet, y está perfectamente al día de las noticias de su ciudad.
Los últimos hoyos de Panorámica María se crece. Con birdie en el 17 afronta el 18 con una gran salida muy centrada. De segundo golpe, con la madera, deja la bola dada y hace un eagle que le deja un buen sabor de boca de cara al Open de España donde intentará hacerlo lo mejor posible. Su presencia ya es un logro y espera pronto tirar un “nuevo chupinazo” en su recién estrenada carrera profesional. Tras el Pro-Am la dejamos practicando el putt.
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