El documento, que deberá pasar por el pleno para su aprobación definitiva, salió adelante con el apoyo de los grupos del tripartito (PNV, EA, EB) y el PSE. El PP votó en contra por considerar que se ha realizado "una utilización sesgada" de los hechos, y EHAK hizo los mismo por entender que el texto es "insuficiente" para atender a las víctimas.
El trabajo denuncia que la versión oficial existente hasta ahora "falta a la verdad", y califica de "desproporcionadas" las instrucciones para el desalojo de la asamblea de trabajadores que se estaba celebrando el 3 de marzo de 1976 en la iglesia de San Francisco de Asís del barrio vitoriano de Zaramaga.
El dictamen de la Comisión, ante la que han comparecido historiadores, víctimas, testigos y periodistas, enmarca los hechos en un contexto de "conflictividad laboral" en el que, entre otros factores, concurrían cuestiones como un reciente decreto de congelación salarial. No obstante, se reconoce que las protestas tenían "una dimensión política que trascendía de la demanda estrictamente laboral".