Los senadores se 'mosquean' con Rubalcaba
La comparecencia de un Rubalcaba relajado, hablando en un tono pausado y sonriente, dominando a la perfección la escena, ha sorprendido a los que esperaban ver en él a un candidato agresivo, o por lo menos con esa corrosiva ironía que tanta ha utilizado otras veces contra los dirigentes del PP. Ni siquiera atacó al que ya es su rival, Mariano Rajoy. Sus compañeros estaban ‘encantados’, salvo los senadores que acogieron con cierto malestar su propuesta, sino de eliminar el Senado, si de reformarlo “para que cumplan sus funciones para alas que fue creado”. En cuando acabó su discurso, algunos de ellos salieron al pasillo a fumar y comentaron la idea del candidato entre bromas, algunas subidas de tono, por cierto, en las que se escuchó el fatídico nombre de Curbelo, el senador del PSOE que acaba de dimitir tras montar un escándalo en una sauna madrileña.
Pero sus insistente llamamientos a la necesidad de “cambiar la forma de hacer política” gustó mucho a su ‘respetable público’. Unos cambios que a su juicio pasan por que los dirigentes de su partido se esfuercen en ser “más próximos a la ciudadanía” para que no se sientan ‘maltratada’ y utilizada solo cuando llega el momento de las elecciones y tenga que depositar su voto en las urnas. En este sentido, Rubalcaba lanzó algunas ideas que dejó caer, como agilizar las intervenciones de los parlamentarios en los plenos y que estos puedan presentar iniciativas “individuales” y no como grupo, o que la “mal llamada” Comisión de Peticiones pase a ser de “Participación Ciudadana” para que haya una mayor implicación con las demandas de la calle.
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