Esperanza contra la corrupción
jueves 24 de enero de 2013, 17:57h
Esperanza
Aguirre, que ya no es presidenta de la Comunidad de Madrid, pero que mantiene
el cargo de presidenta del PP madrileño, ha nombrado un fiscal anticorrupción. Y
para dejar bien claro, que el cargo no es una floritura, ha elegido a Manuel
Pizarro, uno de los políticos más rigurosos y más honestos que tiene el
partido. Manuel Pizarro ha aceptado la propuesta, y muy mal lo van a tener en
el Partido Popular de Madrid los que utilizan la política en su beneficio o en
el de sus parientes. Pizarro no va a deja ni uno.
Lástima que su campo de actuación no se
extienda a todos lo partidos políticos del país. Pero Manuel Pizarro no ha sino
nombrado por el Gobierno, ni por la oposición, sino por Esperanza Aguirre, que
parece dispuesta a eliminar la corrupción en su feudo. En los últimos días ha
declarado repetidas veces que existe una crisis muy profunda de confianza, que
no puede ser que los políticos se tapen
unos a otros y que ella no está por minimizar daños, todo lo contrario, exige
que la justicia actúe con "independencia,
celeridad y caiga quien caiga".
En
multitud de ocasiones hemos afirmado que la política necesita una regeneración
completa, para evitar que se convierta en un cómodo refugio de arribistas que
medran a la sombra del poder. Y para ello hemos propuesto una reforma de la ley
electoral, que permita las listas abiertas. Pues miren ustedes por donde,
Esperanza Aguirre, opina lo mismo, porque según ella, "mientras
haya listas cerradas y bloqueadas, los aspirantes comprenderán que hay que
hacer la pelota al que hace la lista y no responder ante los electores".
A
Esperanza Aguirre se le entiende todo. Otra cosa no tendrá, pero a claridad y
rotundidad no hay quien la gane.