La ¿remontada? De Pedro Sánchez
lunes 06 de octubre de 2014, 11:23h
Las encuestas dominicales mostraban no sé si tanto una
'remontada' del PSOE cuanto un descenso en la intención de voto al Partido
Popular. Y sí, creo que el 'efecto Sánchez' existe, pese a los errores que sin
duda ha venido cometiendo el nuevo secretario general del PSOE, a quien se le
nota eso, que es nuevo. Pero también que llega con voluntad de renovación, con
un talante me parece que bastante abierto, lo mismo que la mayoría de sus más
cercanos colaboradores.
Ahora, esos colaboradores han de asesorar a Sánchez
olvidándose de la amenaza que constituye, o que pudiera constituir, 'Podemos'.
El PSOE tiene, en mi humilde opinión de mirón de tantos años, que ser él mismo,
no más 'progre' que la formación de Pablo iglesias, ni más extrovertido que
Rosa Díez, ni más 'clásico' en lo progresista que Cayo Lara. Ni tan ambiguo, en
ciertas cosas, como el Partido Popular.
Sabe, supongo, Sánchez que vivimos horas de indudable
gravedad en lo político, horas que no pueden compensarse con el mero atisbar de
'brotes verdes' en lo económico. El ciudadano medio está 'pasando' de los
cauces políticos habituales porque se siente, me parece, lo suficientemente
estafado, ninguneado, ignorado. Y ahí es donde el 'nuevo' PSOE tiene su hueco,
que para nada tiene que ver con ocurrencias como que hay que suprimir el
Ministerio de Defensa, o que hay que celebrar funerales de Estado por las víctimas
de género, o... La política participativa, seria, meditada, es algo ya
inventado hace tiempo, pero lamentablemente casi nunca puesto en práctica.
A mí me gustaría que el nuevo líder de la oposición
consensuase con el hombre de la calle sus planes de futuro, incluyendo los
pormenores de la proyectada reforma constitucional; no que nos sorprenda con
alguna idea genial, de las que tanto abundan estos días entre nuestra clase
política, que luego --¿verdad, Gallardón?-pasa lo que pasa.
Sánchez es ahora la novedad, y lo lógico es que despierte
expectativas en un electorado que ya conoce lo que los instalados, y también
los recién llegados de 'Podemos', dan de sí: no más, y seguramente, al final de
escapada, sí algo menos. No puede, simplemente no puede, decepcionarnos: creo
que ya ha comenzado a acertar al ir de la mano del presidente del Gobierno
hacia la solución del 'conflicto catalán', respecto del cual no creo que las
diferencias entre ambos sean de tanto alcance como nos las presentan. Espero, de
hecho, la escenificación del gran pacto en algún momento entre ahora y ese 9-n
-queda un mes-que hoy por hoy avizoramos como fatídico. Esa imagen, la del gran
pacto, es la que ratificará que Sánchez puede ser el estadista que vamos
necesitando al frente de la oposición.